Productores esperan que se generen condiciones para el cultivo de maíz

Maria Beatriz Parilli  Ultima Hora Digital

La prolongación de la sequía ha retrasado el inicio de la siembra del maíz del ciclo invierno en Portuguesa, donde esta demora genera expectativas entre los productores agrícolas, ante el temor de las consecuencias que pudiera traer el hecho de no cultivar en el período acostumbrado, entiéndase entre finales de abril y comienzos de mayo.

Sin embargo, en lo que respecta a las condiciones climatológicas, el especialista en mejoramiento genético de maíz del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), Pedro García, cree que los efectos negativos de la sequía se pueden mitigar con la entrada de las lluvias y la normalización de su distribución que para este año los pronosticadores calculan que será similar que el año anterior.

“Los efectos negativos del fuerte verano no los podemos predecir con exactitud; va a depender mucho de cómo inicie el proceso de lluvias, las cuales aun cuando se establezcan tarde si se dan de forma regular ayudarían a que no sean tan drásticas esas consecuencias negativas sobre la producción”, indicó.

García cree que el problema para los agricultores se pudiese presentar si las lluvias entran de forma errática, con excesos momentáneos y largas interrupciones o períodos de ausencia, “sobre todo en las etapas de prefloración y postfloración que son muy críticas para el cultivo, debido a que se está determinando el potencial de producción”.

El investigador del INIA señaló que aparentemente el inicio de la siembra se llevará a cabo en junio, como sucedió el año pasado. No obstante, sostuvo que es importante que los productores atiendan las recomendaciones de los técnicos de los programas agrícolas. “El cultivo de maíz es uno de los más riesgosos a nivel mundial porque depende de la condición del clima, sobre el cual el agricultor no tiene la posibilidad de manejar pero sí puede adaptarse para tener un menor efecto negativo”.

Inconvenientes

En estados como Portuguesa, más que la sequía, es el exceso de humedad en los suelos lo que afecta al cultivo de maíz. Hay campos que se han dejado de cultivar, porque son propensos a inundarse como ocurre constantemente en las zonas rurales adyacentes al Canal Piloto y a los drenajes con elevados niveles de sedimentación.

Todos los años, los agricultores sortean estas dificultades que, en ocasiones, ha causado la pérdida de algunos lotes de cultivo. También tienen que lidiar con el mal estado de las carreteras, las cuales se inundan cuando se registran fuertes lluvias y los drenajes se desbordan.

Además, este año los productores se las tienen que ingeniar para sembrar maíz blanco y amarillo sin la totalidad de los inventarios de insumos garantizados, principalmente las semillas y los agroquímicos, lo que hace cuesta arriba el cumplimiento de la totalidad del área de cultivo que ronda por las 250 mil hectáreas del grano.