SISTEMAS
DE INFORMACIÓN Y VIGILANCIA EPIDEMIOLOGICA.
JULIÁN CASTRO
MARRERO
Los diferentes países del mundo,
por su marco legal y sus membrecías en organismos internacionales de referencia
en salud animal, poseen el compromiso y la obligación de informar sobre la
ocurrencia de las enfermedades de los animales, su frecuencia, distribución
espacial y los métodos utilizados para su combate.
Estos registros aportados
fundamentan investigaciones y análisis de las experiencias de prevención,
control y erradicación que permiten acercarse cada vez más a identificar las
medidas y estrategias sanitarias acordes para enfrentar las diferentes
situaciones epidemiológicas que generan y diseminan cuadros mórbidos que
afectan a la población animal mundial.
El manejo conjunto de estas informaciones
permite, entre otras cosas, el trabajo coordinado entre naciones para el
cuidado de las fronteras y la instrumentación de programas regionales,
subregionales o hemisféricos para combatir plagas o enfermedades, sobre todo
las de carácter transfronterizas.
Para desarrollar la gestión
sanitaria que deriva de la inspección del comercio pecuario internacional el
aporte de la vigilancia epidemiológica es fundamental. La credibilidad y
sensibilidad de los sistemas de información de los países construyen un
escenario favorable para las negociaciones comerciales ligadas al comercio
exterior.
Esta faceta de los servicios oficiales de sanidad animal se ha visto
exigida por la globalización de la economía al propiciar una expansión
considerable del intercambio comercial de mercancías pecuarias y, con ello, un
aumento del riesgo de ingreso,
dispersión y establecimiento de enfermedades exóticas y endémicas importantes
para los países.
Para un país, su salud publica y
cadena productiva pecuaria, es de capital importancia disponer de una data
actualizada sobre la población animal, la caracterización de los sistemas de
producción pecuaria y las corrientes de tránsito de ganado que de ellos
deriven, la caracterización de los ecosistemas de enfermedades y la ocurrencia
de las enfermedades de los animales.
El sistema de información y
vigilancia epidemiológica de las enfermedades de los animales se considera una
herramienta fundamental para lograr la eficacia de los programas de prevención,
control y erradicación, y es la rama
sensorial de los servicios de salud animal que administran estos programas
sanitarios.
Desde el punto de vista operacional es el
conjunto de actividades necesarias para disponer oportuna y sistemáticamente
del conocimiento de la conducta de las enfermedades, de sus condicionantes y
distribución en el tiempo y el espacio.
Dentro de los productos que se
obtienen están las series cronológicas, tendencias, ciclicidad, estacionalidad
y tendencias seculares, así como representaciones graficas de la cobertura
poblacional y geográfica que alcanzan las diferentes enfermedades que ocurren y
las actividades que se realizan para su combate.
La disposición de una data
confiable y actualizada de la población animal existente es necesaria para
cumplir con el ciclo de planificar, ejecutar y evaluar en forma continua los
diferentes programas ligados a la pecuaria, y es dificultoso mantener al
día los registros de las existencias de
semovientes, siendo la dinámica del sistema de información para la vigilancia
epidemiológica un mecanismo viable para cubrir esta necesidad.
En los diferentes países los
servicios de sanidad animal, poseen en sus formularios de los sistemas de
información, un espacio para registrar la población animal existente en la
propiedad que sea visitada, por cualquier causa, y además mantienen un registro
de fincas por áreas geográficas. Estrategia que cubre en buena parte esa
demanda de datos.
En este escenario, es
el programa de fiebre aftosa el que lleva la voz cantante, al tener que visitar
dos veces al año cada uno de los predios existentes. De ahí que las cifras de
población provenientes de la actividad vacunación anti aftosa, en la Región,
son de una utilidad única y se les da confiabilidad.
Es básico instaurar los
mecanismos de vigilancia dentro de la estructura existente en la organización
de la institución responsable de los servicios sanitarios, en función de
facilitar su funcionamiento y el cumplimiento con las actividades que aseguren
cubrir las exigencias de flujo, tipo y periodicidad de las informaciones.
En esa conceptuación para
instaurar y mantener en funcionamiento el sistema es recomendable tener en consideración aspectos
como los siguientes:
Solicitar
información imprescindible que sirva a objetivos específicos.
Utilizar
pocos indicadores acordes a los objetivos y metas de los programas.
Usar
procedimientos sencillos, pocos formularios estandarizados de sencillo llenado.
Establecer
flujo de información para todo el personal del programa que la necesita y
utiliza para cubrir sus funciones.
Desarrollar
registros de unidades de producción, población animal existente y mapas
catastrales señalando su distribución y la de los problemas epidemiológicos.
Capacitar el personal en el funcionamiento del
sistema de información y en la utilización de la información.
Divulgar
las bondades del sistema para estimular la cooperación de las comunidades, en
general y ganadera, incrementando la sensibilidad y eficiencia que demandan los
programas.
Velar por
la retro-alimentación de datos para los sectores involucrados, con comentarios
y recomendaciones.
Evaluar
periódica y sistemáticamente la organización y el funcionamiento del sistema de
información y vigilancia epidemiológica.
Cogestionar
con la cadena productiva, ganaderos, industriales, comercializadores y
consumidores.
El sistema debe ser sencillo en
su diseño, atender a los objetivos de los programas sanitarios, compartido con la cadena
productiva en la recolección de información y manejo de los productos obtenidos,
así como comprendido y respetado por los funcionarios.
La ética es su columna
vertebral, no se debe manipular la información obtenida y hay que mantener la
verticalidad profesional en su manejo.
En las instituciones ligadas a la
administración de la salud animal se debe crear una conciencia epidemiológica
en los funcionarios, para realizar esfuerzos en busca de la información, luchar
porque esta sea fidedigna y divulgarla para el provecho de la comunidad
profesional y educativa en función del bienestar social.
El manejo de una información
epidemiológica fidedigna es de gran apoyo para los servicios orientar sus
estrategias sanitarias, evaluar sus programas y conservar la credibilidad
internacional.
Es un insumo de primera línea para las instituciones educativas,
profesores y estudiantes están analizando el escenario nacional a la par de
conocer las causas, comportamiento, controles y tratamientos de las
enfermedades que afectan las diferentes especies.
Del mismo modo se orientan
los profesionales que ejercen la medicina veterinaria privada al conocer la
situación epidemiológica existente en las diferentes regiones que componen la
republica.
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