Este año sería uno de los más pobres para la producción agrícola nacional
Maria Beatriz Parilli Ultima Hora Digital
A las restricciones económicas, falta de planificación y las pocas garantías de insumos a tiempo, acuñe el asesor agroalimentario Rodrigo Agudo, que este año sea “uno de los más pobres en términos de la producción agrícola nacional” que en el 2015 tampoco ha tenido suerte con las condiciones climatológicas, ya que mientras en algunos estados se prolonga la sequía, en otros las lluvias excesivas complican la siembra de rubros como el maíz.
En el caso de Portuguesa, los retrasos en la entrega de semillas, fertilizantes y agroquímicos a los agricultores, demoró el proceso de preparación y siembra de maíz. Sin embargo, el verano se alargó más de lo previsto, lo que se avizoraba como una situación favorable para corregir los errores y ver cómo se distribuían los insumos a tiempo, pero las lluvias entraron de forma condensada y ahora dificultan que se pueda seguir cultivando, según indicó el experto, quien estima que este año habrá una nueva caída en la superficie y producción del rubro.
Además del maíz del ciclo invierno, en este período también se cree que pueda disminuir el área de siembra y la cosecha de arroz. En el 2014, la producción cayó en nueve importantes rubros agrícolas, según la propia memoria y cuenta del Ministerio de Agricultura y Tierras.
“Todo esto debe llamar a la reflexión al Ejecutivo. El presidente Nicolás Maduro llama al diálogo, pero lo hace bajo una invitación cargada de condicionamiento, ideología, falta de autocrítica y de reconocer que la crisis alimentaria obedece al desarrollo de un modelo equivocado, en vez de rectificar y reubicar al Estado en que haga lo que sabe y lo que no, que lo deje de hacer y se lo deje al sector productivo”, dijo.
Agudo considera que la falta de atención del Gobierno a los problemas más apremiantes, es consecuencia de la “profunda ignorancia de los altos gerentes públicos sobre la realidad agrícola venezolana” y a la escasez de divisas en un país dependiente de las importaciones, con la inflación más alta del mundo y con un excesivo gasto fiscal que no se corresponde a una eficiente producción de bienes y servicios a la sociedad.
“Tristemente, siempre se puede estar peor. Mientras no modifiquemos, llamemos a un diálogo y a un gran acuerdo nacional para reconstruir la producción local, lo hecho en Venezuela, el país seguirá empeorando y el único perjudicado será el consumidor. La escasez continuará creciendo, los productos pasarán a ser la memoria histórica de que existieron alguna vez y no se consiguen, y todo ello por una visión equivocada de lo que debe ser un país”.
Desapareciendo
Para el asesor agroalimentario Rodrigo Agudo, las capacidades del sector agrícola venezolano no solo se están desaprovechando sino que están desapareciendo, porque “mucho de ese talento a nivel de las universidades y los centros de investigación, están tomando maletas para irse del país -como pasó con la industria petrolera- a alimentar el desarrollo de otras economías que sí reconocen el valor intrínseco de ese esfuerzo y conocimiento”.
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