EL CAMPO VENEZOLANO



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1 jun 2015

Cuales Serán Los Resultados en 2015?

2014, Un Año Gris para la Producción Agrícola Venezolana

El año 2014 fue de resultados poco alentadores para el Sector Agrícola Nacional. De los doce rubros vegetales a los cuales Fedeagro estima la producción, ocho decrecieron y cuatro crecieron con respecto al año 2013


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Fedeagro

El año 2014 fue de resultados poco alentadores para el Sector Agrícola Nacional. De los doce rubros vegetales a los cuales Fedeagro estima la producción y cuya contribución al Valor de la Producción Agrícola del Subsector Vegetal supera el 80%, ocho decrecieron y cuatro crecieron con respecto al año 2013.

Además de la caída en la superficie sembrada de algunos rubros, los rendimientos se ubicaron por debajo de los obtenidos en el año 2013, año de clima excepcional para la Región Centro Occidental.

Confluyen un conjunto de factores responsables de los poco alentadores resultados de la agricultura; unos atribuibles al comportamiento climático y otros a problemas de orden estructural y coyuntural sobre los cuales las políticas públicas pecan de errores y/u omisiones. Trataremos de acotar los que nuestro juicio son más relevantes

El régimen de lluvias, en los tres últimos años, pareciera adoptar un patrón diferente, especialmente en el Centro y Oriente del país, caracterizado por un desplazamiento del inicio del invierno y cambio en la frecuencia y en el volumen de precipitaciones. 

Los registros pluviométricos de los últimos años muestran evidencias de estos cambios y obligan a adoptar un conjunto de acciones. 

Fedeagro y sus asociaciones han venido promoviendo y presentando en diferentes instancias (Comisión Presidencial Agrícola, MAT y Comisiones Estadales de Guárico y Portuguesa) algunas acciones en esta dirección, entre las cuales destacan: Plan estadal de Conservación de Forrajes, Programa de Perforación de Pozos, Programa de Construcción y Acondicionamiento de Lagunas, Programa de Fundación de Pastizales, Plan de Acondicionamiento de Vías Nacionales, Recuperación de la Vialidad Rural, Adquisición de Maquinaria, Equipos y Repuestos para ampliar la frontera de pastos y rubros agrícolas, y un Programa de Estimulo a la Industrialización en los estados afectados por la sequía. Con igual propósito hemos planteado la necesidad de acceder a materiales genéticos adaptados a bajas demandas de agua.

Con relación a los factores sobre los cuales la influencia de las políticas públicas es determinante, es preciso señalar el impacto sobre la producción agrícola de la restricción de divisas para la importación de bienes, productos y servicios fundamentales. 

En 2014 hubo fallas o atrasos en el abastecimiento de semillas (hortalizas, sorgo, papa), agroquímicos (fungicidas, insecticidas, herbicidas, etc.) maquinarias, equipos, vehículos de carga repuestos, mangueras para riego, sustrato para plántulas, cauchos para tractores y para vehículos de carga, baterías, lubricantes y combustibles. Estos factores impidieron cumplir los planes de siembra y terminaron reduciendo la superficie cultivada.

Los precios a nivel del productor de los rubros regulados continúan siendo fijados sin atender las estructuras de costos. El resultado es un desestimulo a la producción, particularmente crítico en maíz y sorgo, la caña de azúcar, el café y la naranja.

Poca atención y acciones del Ejecutivo se desarrollaron para enfrentar la proliferación de plagas y enfermedades de importante significación en zonas y rubros de amplia base social, como por ejemplo el café (broca y roya).

No priva en nosotros una concepción autárquica de la agricultura; pero no concebimos el desarrollo privilegiando las importaciones, toda vez que estas compiten con la producción nacional en condiciones de amplias y significativas ventajas; en efecto, gran parte de las importaciones son de origen transgénico, y generalmente subsidiadas y producidas en economías con inflación de un solo dígito (bajo). 

Hemos planteado la necesidad concertar con el sector productivo la política de importaciones, asegurando que los volúmenes se correspondan con los déficits internos, no compitan en oportunidad y costos con la cosecha nacional y sean accesibles al consumidor. En este sentido hemos propuesto, y hoy lo reafirmamos, la creación de un Consejo Nacional para las Importaciones Agroalimentarias, integrado por los productores, agroindustriales, consumidores y el Gobierno Nacional. 

Este Consejo debería hacer un seguimiento de la producción y el abastecimiento de materias primas y alimentos (balances por rubros) y recomendar al Ejecutivo los volúmenes a importar, la época de realizarlos y las medidas de tipo económico que permitan su acceso al consumidor.

Insistimos en el tema de la vialidad agrícola. Cada día es más difícil trasladar las cosechas a los centros de acopio, procesamiento o consumo. Igualmente se ha hecho extremadamente embarazoso transportar la semilla, el fertilizante y los agroquímicos a nuestras fincas. 

Las unidades de transporte se deterioran y no conseguimos repuestos o tenemos que pagar fortunas por ellos. Durante este año el crecimiento de los fletes fue desproporcionado. Para solo citar un ejemplo, en el maíz el transporte de cosecha representó alrededor del 20% del precio fijado al productor. 

El Estado de la vialidad agrícola y la preferencia del transportista por la carga de la aduana de Puerto Cabello influyeron en esta situación.

Hemos denunciado hasta el cansancio la situación de inseguridad en la cual vivimos, cada día se producen más robos, atracos y secuestros en nuestras fincas, se hace más difícil pernoctar en ellas y nuestros trabajadores y familias están más expuestos.

La producción de maíz cayó un 3%. El impacto negativo del clima en los Llanos Centrales y Orientales, no fue compensado, como en el año 2013, con la producción de los Llanos Occidentales, región en la cual, se sembró una superficie cercana a la de 2013, pero con rendimientos inferiores a los del año pasado. 

Tampoco estimularon la siembra de este cultivo, la indefinición de un precio que finalmente se fijó ya avanzada la cosecha y la mermada capacidad productiva de una maquinaria e implementos que superan su vida útil y sin repuestos para activarla.

En el Sorgo la caída, con respecto al año anterior, fue del 19%. Se esperaba sustituir la superficie de maíz, afectada por la sequía, con este cereal; no obstante, no se dispuso de semilla nacional, la semilla importada llegó tarde y se desatendió la demanda de las asociaciones, parte importante de las cuales no pudieron sembrar la superficie comprometida.

El cultivo se vio afectado porla ausencia de precipitaciones en unas zonas y en otras por el exceso lluvias en etapas claves del cultivo. El resultado fue rendimiento muy pobre, por debajo del promedio nacional.

En el caso del arroz el crecimiento fue del 17%. En este rubro, el ingreso a nivel del productor (un agregado de precio más subsidio) se anunció oportunamente, previo al ciclo de siembra y cubrió los costos de producción, generando un estrecho margen de ganancia que permitió la siembra y la incorporación de áreas especialmente desarrolladas para este cultivo que en años anteriores quedaron en barbecho o se dedicaron a otros rubros; a pesar que en el desarrollo del proceso productivo la ganancia la consumió el incremento del costo de las labores de cosecha y flete.

En ese rubro se demuestra que el acercamiento técnico/económico es un camino que debe continuar y reafirmarse.

El girasol decreció un 65% y el ajonjolí creció un 104%. El girasol acusó problemas de calidad de la semilla, de retraso en su entrega y no ha sido corregida la mala experiencia de recepción por parte de la industria nacional (solo una empresa, Coposa recibió girasol) y el sorgo no fue una opción para el ciclo norte verano 2013-2014, dada la escasa disponibilidad de semilla y precios poco atractivos.

El déficit de maquinaria y equipos, ha alargado la cosecha de maíz y atrasado la preparación de tierras para la siembra de girasol y/o sorgo, antes del mes de diciembre, fecha tope para la siembra de ambos cultivos. Esta situación favoreció la siembra de ajonjolí, la cual puede realizarse con menores riesgos en el mes de diciembre.

Los hechos referidos anteriormente y la demanda de comercializadores nacionales de ajonjolí con miras a la exportación, condujeron a los agricultores a sembrar este renglón cuya producción (24.762 t) creció un 104% con respecto al año anterior.

El rubro papa decreció un 31%. Los factores asociados a esta caída fueron: déficit de semilla que impidió cubrir las necesidades del segundo ciclo de la papa de consumo fresco (se importaron 7.500t de las 17.000t que representan las necesidades anuales del país y parte importante de la papa almacenada en el Pico El Aguila se deterioró). 

Los rendimientos cayeron, producto de desabastecimiento de agroquímicos (especialmente fungicidas, Curazin y Antracol) y de fertilizantes, especialmente de las formulas CP hortaliceras (Triple 15, 12/11/18 y 12/12/17) y el impacto sobre la producción del clima, presentándose sequía prolongadas en el ciclo de invierno en las zonas productoras.

En hortalizas se registró una leve recuperación en la cebolla (5%) y una caída en tomate (-12%) y pimentón (-24%). En estos rubros las limitaciones para un crecimiento sostenido se asocian a la disponibilidad de divisas para importar semilla de alto valor genético y agroquímicos. Los precios de la semilla han llegado a niveles intolerables, de ninguna manera compensados por los precios que los comercializadores pagan a los agricultores.

Algunos hortaliceros reservan su propia semilla de zafras anteriores, pero lo hacen a costa de la merma de la productividad. Por otro lado, el Gobierno Nacional no aprueba la introducción de cultivares que han desarrollado métodos de defensa contra plagas y enfermedades, a pesar de no ser semillas genéticamente modificadas.

En caña de azúcar el decrecimiento alcanzó un 8%. Los cañicultores vienen arrastrando un rezago en sus precios que desincentiva la inversión. Cuando se atienden sus reclamos, el ciclo del cultivo está en la fase final y no se cubren las expectativas, ni los costos de producción demostrados en las estructuras presentadas a diferentes instancias. 

El Resultado es la merma en la producción de caña de azúcar nacional y la mayor dependencia de las importaciones. Para los cañicultores la consecución de insumos se ha convertido en una hazaña, esta situación, conjuntamente con la falta de repuestos de alta rotación que tiene paralizados tractores, cosechadoras y camiones, genera retrasos en el proceso productivo, disminución en la productividad e impide cosechar un porcentaje de la cosecha que se queda en el campo.

Otro factor que afectó el cultivo el año pasado fue la sequía que impactó las plantaciones de Lara, Trujillo, Zulia, Sucre, Aragua y Carabobo.

En este rubro el eslabón industrial continúa no alcanza su potencial de crecimiento. El 62,5% de los Centrales azucareros son públicos y solo procesan el 20% de la caña producida en el país.

La naranja creció un 9%. En este rubro; a pesar de acusar el castigo del precio controlado de los jugos pasteurizados, se están incorporando a la producción plena plantaciones recientes y renovaciones ejecutadas en años anteriores. 

Las importaciones de concentrado de naranja, especialmente las realizadas por empresas del estado (Lácteos Los Andes), compiten deslealmente con la producción interna, generando una distorsión enorme en el mercado interno, quedando sin colocación alrededor de 200.000 t de naranja que exceden el consumo interno.

La caída en el café fue del 31%. A los problemas de rezago en los precios de este cultivo, se agrega la devastación causada por la roya del café. 

Fedeagro ha planteado en reiteradas oportunidades en diferentes instancias, el alcance de esta enfermedad y ha propuesto acciones concretas para combatirla; sin embargo, aún no se autorizan los registros sanitarios y las importaciones de fungicidas de comprobada eficiencia en su control, ni se implantan campañas sanitarias integrales que permitan al agricultor convivir con la enfermedad, tampoco se has desarrollado programas para renovar las plantaciones afectadas con materiales genéticos de comprobada resistencia a esta enfermedad.



(*) Demanda de maiz blanco (1.400.000 Ton), Maiz Amarillo (2.500.000 Ton).

(**) La producción es en Caña de Azúcar y su relación es: 1.000 Kg de Caña = 80 Kg de Azúcar.

(***) Cifra en Quintales.

(****)El factor de conversión de la semilla de girasol a grasa es 0,44.

Para el cálculo de abastecimiento se convierte la produccion de maíz y arroz húmedo en neto acondicionado (85% arroz, 90% maíz).

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