Maria Beatriz Parilli Ultima Hora Digital
Frente a la gran cantidad de venezolanos esperando ingresar a los
comercios y supermercados para comprar alimentos, los funcionarios del Gobierno
han sido tajantes: “Si en Venezuela no hubiese comida, no tendríamos estas
colas de personas”, aseveró el vicepresidente de Seguridad y Soberanía
Alimentaria, Carlos Osorio, quien recientemente aseguró que en el país hay
suficiente materia prima para producir todos los rubros.
Otro alto funcionario, específicamente el ministro de Alimentación, Yván José Bello, desestimó las fallas, afirmando que él también hacía colas pero para ver un partido de béisbol, mientras que el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Diosdado Cabello, señalaba que es un problema “provocado” por la oposición y la burguesía, y el presidente de la República, Nicolás Maduro, apuntaba a “cambiar el modelo de distribución de alimentos de las redes privadas”.
Estas posiciones no son compartidas por el expresidente de Fedeagro, Fernando Camino, quien cree que la “humillación de tener que hacer interminables colas en las puertas de los mercados públicos y privados, con la esperanza de poder comprar alimentos racionados -que muchas veces no se consiguen-, así como la indignación que causan los altos precios, desmienten todas las cifras que publican los voceros oficiales que hablan de un supuesto crecimiento de la agricultura en el 2014”.
El dirigente agrícola sostuvo que el fracaso de la política agroalimentaria tiene su raíz en la creación de leyes, reglamentos y disposiciones destinadas a “someter” al sector productivo privado e intentar sustituirlos “por las mal llamadas empresas de producción socialistas”, las cuales “han demostrado ser ineficientes”, citando como ejemplo el caso de los centrales azucareros administrados por la CVA-Azúcar.
“Este modelo ha incrementado en más de 4 millones los compatriotas que viven en situación de pobreza crítica, lo que les impide comer tres veces al día (…) este Gobierno ha destruido el sistema de investigación agrícola y de tecnología de alimentos, además nos obliga -mediante el control cambiario- a usar maquinaria e implementos obsoletos y para colmo de males paralizados por falta de repuestos, lo que nos impide aumentar la producción”, dijo.
Camino señaló que la caída en la producción de alimentos en el 2014 fue “tan estrepitosa”, que “ni siquiera se ha podido tapar con la importación de 10.000 millones de dólares en materia prima y productos manufacturados”, y que se refleja en la escasez de harina de maíz, café, leche, azúcar, pollo, carne de res, aceites comestibles, compotas de frutas, enlatados de sardina y atún, entre otros rubros “que brillan por su ausencia en los anaqueles”.
Cambio de rumbo
El expresidente de Fedeagro considera urgente un cambio de rumbo en la política económica, lo que significa la sustitución del actual modelo político y económico, por uno que impulse la producción con sentido social, garantizando el abastecimiento y los buenos precios mediante el estímulo a todo lo hecho en el país.
“Necesitamos un modelo que garantice la seguridad jurídica y el respeto a la propiedad privada; que elimine el monopolio del Estado en la importación y distribución de semillas, agroquímicos, fertilizantes y maquinaria; que reconozca el desarrollo de los circuitos agroalimentarios y que permita la utilización de tecnología avanzada”, acotó.
Otro alto funcionario, específicamente el ministro de Alimentación, Yván José Bello, desestimó las fallas, afirmando que él también hacía colas pero para ver un partido de béisbol, mientras que el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Diosdado Cabello, señalaba que es un problema “provocado” por la oposición y la burguesía, y el presidente de la República, Nicolás Maduro, apuntaba a “cambiar el modelo de distribución de alimentos de las redes privadas”.
Estas posiciones no son compartidas por el expresidente de Fedeagro, Fernando Camino, quien cree que la “humillación de tener que hacer interminables colas en las puertas de los mercados públicos y privados, con la esperanza de poder comprar alimentos racionados -que muchas veces no se consiguen-, así como la indignación que causan los altos precios, desmienten todas las cifras que publican los voceros oficiales que hablan de un supuesto crecimiento de la agricultura en el 2014”.
El dirigente agrícola sostuvo que el fracaso de la política agroalimentaria tiene su raíz en la creación de leyes, reglamentos y disposiciones destinadas a “someter” al sector productivo privado e intentar sustituirlos “por las mal llamadas empresas de producción socialistas”, las cuales “han demostrado ser ineficientes”, citando como ejemplo el caso de los centrales azucareros administrados por la CVA-Azúcar.
“Este modelo ha incrementado en más de 4 millones los compatriotas que viven en situación de pobreza crítica, lo que les impide comer tres veces al día (…) este Gobierno ha destruido el sistema de investigación agrícola y de tecnología de alimentos, además nos obliga -mediante el control cambiario- a usar maquinaria e implementos obsoletos y para colmo de males paralizados por falta de repuestos, lo que nos impide aumentar la producción”, dijo.
Camino señaló que la caída en la producción de alimentos en el 2014 fue “tan estrepitosa”, que “ni siquiera se ha podido tapar con la importación de 10.000 millones de dólares en materia prima y productos manufacturados”, y que se refleja en la escasez de harina de maíz, café, leche, azúcar, pollo, carne de res, aceites comestibles, compotas de frutas, enlatados de sardina y atún, entre otros rubros “que brillan por su ausencia en los anaqueles”.
Cambio de rumbo
El expresidente de Fedeagro considera urgente un cambio de rumbo en la política económica, lo que significa la sustitución del actual modelo político y económico, por uno que impulse la producción con sentido social, garantizando el abastecimiento y los buenos precios mediante el estímulo a todo lo hecho en el país.
“Necesitamos un modelo que garantice la seguridad jurídica y el respeto a la propiedad privada; que elimine el monopolio del Estado en la importación y distribución de semillas, agroquímicos, fertilizantes y maquinaria; que reconozca el desarrollo de los circuitos agroalimentarios y que permita la utilización de tecnología avanzada”, acotó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario