Vendedores informales hacen su agosto en colas de supermercados

Desde finales de 2014 y lo que va de 2015, los informales aseguran que han incrementado sus ventas en más de 50%.

Manuel Corro  Ultimas Noticias

Por horas, y bajo el inclemente sol o las lluvias, vendedores informales aprovechan para comercializar bebidas y alimentos en las largas colas que se forman alrededor de los supermercados, de usuarios que buscan adquirir los productos que expenden esos establecimientos.

Desde finales de 2014 y lo que va de 2015, los informales han incrementado sus ventas en más de 50%, esto de acuerdo a lo dicho por este sector.

"Lo que vendía antes en un día entero de trabajo, ahora lo hago con la mitad de la jornada", aseguró Freddy Infante, quien es vendedor de jugo de naranjas a las afueras de el supermercado Bicentenario, ubicado en Plaza Venezuela.

Edison Zambrano, aunque reconoce que la competencia es fuerte en la venta de bebidas resfrescantes, indica que "con las colas las ganancias han subido notablemente".

Los tequeños, empanadas, pasteles y hasta arepas es lo que más compran los consumidores hasta las 10 am, pues se ha convertido en una opción de desayuno para quienes amanecen en las largas filas. Al finalizar la mañana y entrada la tarde, las bebidas refrescantes es lo que registra mayores ingresos durante el día.

"Yo salgo a veces a las 4 am de mi casa y no me da tiempo de prepararme algo, me veo obligada a comprar comida para desayunarme mientras hago la cola", comentó Yeniré Sarmiento.

El vender bolsas plásticas para llevar los productos que se adquieren en los establecimientos, también es vista como una oportunidad de ganancias por los vendedores que proliferan en las puertas de los comercios ofertándola a 10 bolívares cada una.

"A mí me ha ido bien con la venta de pastelitos y de las bolsas; la gente la busca mucho. Soy el sustento de mi familia y debo rebuscarme", contó Roraima Delgado desde el Makro de La Yaguara, y quien es madre soltera de dos niñas.

Entre 5 y 10 traslados adicionales por día, reportan la líneas de taxis adyacentes a los supermercados. "La gente sale con sus bolsas cargadas y nos piden la carrera. Casi nunca estamos parados por más de 10 minutos, llegamos de una carrerita y enseguida sale otra", explicó Rirson Reyes.