Maria Beatriz Parilli Ultima Hora Digital
La
disminución de la cosecha de café y los retrasos en el suministro de materia
prima importada, mantienen en una situación delicada a las 50 torrefactoras
privadas del país, cuyo 70% está parada y el 30% restante solo tiene alrededor
de 500 sacos en inventario, lo que alcanza para un máximo de 15 días.
Las torrefactoras privadas, agrupadas en la Asociación Venezolana de la Industria del Café (Asicaf), representan el 20% del mercado, cuyo 80% es cubierto a través de las empresas Café Madrid, Fama de América y Café Venezuela, que son manejadas por el Estado.
En la calle, se empieza a evidenciar la falta de café tanto en los mercados, como en los cafetines y panaderías.
Las torrefactoras privadas, agrupadas en la Asociación Venezolana de la Industria del Café (Asicaf), representan el 20% del mercado, cuyo 80% es cubierto a través de las empresas Café Madrid, Fama de América y Café Venezuela, que son manejadas por el Estado.
En la calle, se empieza a evidenciar la falta de café tanto en los mercados, como en los cafetines y panaderías.
Fuentes ligadas a las torrefactoras representadas por Asicaf
señalan que el año pasado se cubrió el consumo interno con importaciones, pero
en lo que va de 2015 el Gobierno no ha asignado materia prima ni para su
industria ni para la empresa privada, situación que comprometería los
inventarios de ambos sectores.
Los industriales consultados, que pidieron el anonimato por temor a represalias, sostienen que el consumo interno se cubre con un aproximado de 2 millones de quintales de café.
Los industriales consultados, que pidieron el anonimato por temor a represalias, sostienen que el consumo interno se cubre con un aproximado de 2 millones de quintales de café.
Sin
embargo, calculan que este año la cosecha apenas supere los 500 mil qq., por lo
que se tendrá que recurrir a la materia prima del exterior.
“La preocupación de nosotros es que se nos acabe el poquito café que tenemos y no podamos abastecer el 100% del mercado que nos corresponde (…) Es una situación bastante difícil, el hecho de no contar con café crudo que es nuestra materia prima.
“La preocupación de nosotros es que se nos acabe el poquito café que tenemos y no podamos abastecer el 100% del mercado que nos corresponde (…) Es una situación bastante difícil, el hecho de no contar con café crudo que es nuestra materia prima.
No sabemos dónde
conseguirla porque la gente del Gobierno, la Corporación Venezolana del Café
(CVC) -que es la única autorizada para emitir los permisos de circulación del
rubro- dice que no tiene café”, indicaron.
Del 20% del mercado que cubren las torrefactoras privadas, un 12% va destinado a las cafeterías, las cuales anualmente consumen alrededor de 15 millones de kilos de café. El resto del rubro, se coloca en los supermercados.
“El vicepresidente de Seguridad y Soberanía Alimentaria, Carlos Osorio, sabe de la situación, al igual que los representantes de la CVC y los ministerios de Agricultura y Alimentación, y hasta el mismo vicepresidente ejecutivo, Jorge Arreaza.
Del 20% del mercado que cubren las torrefactoras privadas, un 12% va destinado a las cafeterías, las cuales anualmente consumen alrededor de 15 millones de kilos de café. El resto del rubro, se coloca en los supermercados.
“El vicepresidente de Seguridad y Soberanía Alimentaria, Carlos Osorio, sabe de la situación, al igual que los representantes de la CVC y los ministerios de Agricultura y Alimentación, y hasta el mismo vicepresidente ejecutivo, Jorge Arreaza.
Les
hemos dicho que somos 50 pequeñas y medianas industrias que normalmente
deberíamos procesar 3 millones 800 mil quintales de café al mes, pero apenas
estamos moliendo unos 300 qq. Es decir, tenemos un 90% de capacidad sin
utilizar”, enfatizaron.
A los voceros de las industrias privadas les sorprende que con el 20% que cubren -y del que un 12% es para las cafeterías-, les exijan que tengan presencia en todo el mercado, que es controlado en un 80% por las empresas del Estado, el cual tiene un monopolio tanto en la recepción de la cosecha como en su procesamiento y en la distribución del rubro al consumidor.
A pérdida
La industria torrefactora también trabaja a pérdida. Aunque algunos de sus representantes están de acuerdo con que finalmente se haya mejorado el ingreso de los caficultores -que perciben 5.040 bolívares por quintal- aseguran que las empresas están adquiriendo la cosecha a un monto que consideran elevado en comparación a la poca ganancia que les queda.
“En tres ocasiones se ha aumentado el precio del café al productor agrícola, pero a las industrias no. Estamos vendiendo el café a 46 bolívares, cuando debería estar más o menos en 200 bolívares”, apuntaron.
A los voceros de las industrias privadas les sorprende que con el 20% que cubren -y del que un 12% es para las cafeterías-, les exijan que tengan presencia en todo el mercado, que es controlado en un 80% por las empresas del Estado, el cual tiene un monopolio tanto en la recepción de la cosecha como en su procesamiento y en la distribución del rubro al consumidor.
A pérdida
La industria torrefactora también trabaja a pérdida. Aunque algunos de sus representantes están de acuerdo con que finalmente se haya mejorado el ingreso de los caficultores -que perciben 5.040 bolívares por quintal- aseguran que las empresas están adquiriendo la cosecha a un monto que consideran elevado en comparación a la poca ganancia que les queda.
“En tres ocasiones se ha aumentado el precio del café al productor agrícola, pero a las industrias no. Estamos vendiendo el café a 46 bolívares, cuando debería estar más o menos en 200 bolívares”, apuntaron.
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