Productores alertan que el kilo de maíz debe costar Bs. 29,50
La brecha entre costos de producción y precios controlados afectará la producción de harina.
Gleixys Pastrán C. El Mundo
El precio del maíz para la cosecha iniciada el 15 de septiembre tendría que ser de 29,50 bolívares, aseguró Antonio Pestana, presidente de Fedeagro.
“Los agricultores venezolanos demandamos una justa y necesaria corrección de la política de fijación de precios, la cual nos obliga a vender el fruto de nuestro esfuerzo a valores por debajo de los costos de producción”, dijo Pestana a través de un comunicado de prensa.
El costo de producción del maíz alcanza los 22,70 bolívares por kilo, sin embargo hasta los momentos el precio fijado por el Ejecutivo continúa en 7 bolívares por kilo de maíz blanco y 6 bolívares por kilo de maíz amarillo, lo que implica una diferencia de 69% y 73% respectivamente, entre los costos de producción y los precios regulados.
Durante la cosecha de ciclo de invierno de septiembre del año pasado, la brecha entre costos para producir maíz y el precio controlado era de 0,99%. En aquella oportunidad, Fedeagro había alertado al Ejecutivo que el ajuste de precio era oportuno.
Un año después, el precio regulado sigue siendo el mismo (7 bolívares el kilo de maíz al productor), mientras que los costos de producción se dispararon 20 bolívares por encima de lo estimado en 2014.
El abismo entre los costos de producción y precio controlado afectará directamente la elaboración de harina precocida de maíz, cuyo precio regulado es de 19 bolívares por kilo: es decir 10 bolívares menos respecto al costo de la materia prima.
Pestana agregó que “las consecuencias no solo las estamos pagando los agricultores y la economía de la mayor parte de la geografía venezolana, también los venezolanos vivimos la angustia de las colas para intentar acceder a nuestras necesidades básicas de alimentación”.
Pasará lo mismo que con el arroz
El presidente de Fedeagro advirtió que la producción de maíz podría terminar como la del arroz, cuyos inventarios se acabaron en agosto, y la merma de la superficie sembrada fue más de 35%.
“Lo que está ocurriendo con el arroz y el azúcar, está por pasar en el caso del maíz blanco y amarillo, cuyos precios al productor no dan para cubrir la estructura de costos”, comentó Pestana.
Actualmente los arroceros y cañicultores están solicitando al Ejecutivo el pago de Bs. 6.200 millones por el subsidio de la cosecha pasada.
El Gobierno se habría comprometido con estos productores para cancelar el diferencial entre el costo real de la producción de arroz y caña y el precio fijado.
Desde inicios de este año los arroceros y cañicultores han insistido en que sin el pago de este subsidio, caerá aún más la capacidad productiva agrícola.
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