Pablo Baraybar, director de Alimentos Polar y presidente de la Cámara
Venezolana de Alimentos (CAVIDEA), fue entrevistado por César Miguel Rondón el
10 de septiembre en su programa de radio transmitido a nivel nacional por
el Circuito Éxitos.
En la oportunidad
conversaron sobre la relación que tiene la inflación y el control de precios
sobre la producción y comercialización de los productos de Alimentos Polar.
Aquí presentamos las claves de la situación de escasez de alimentos desde
el punto de vista de Pablo Baraybar de Alimentos Polar:
1. ¿Qué pasa?
Si bien la inflación mide el incremento de
los precios al público, lo importante que está detrás de todo esto es el
incremento de los costos. El precio no sube porque se decide subir un precio:
el precio sube porque hay un incremento de costos.
Ninguna empresa va a subir
un precio por gusto, pues todo incremento de precios lleva a una pérdida de
volumen. Sobre todo en las grandes empresas de alimentos, donde cualquier
impacto en el volumen nos causa una condición importante.
Nosotros no queremos
aumentar precios y si por nosotros fuera, la inflación estaría en cero. El
problema está cuando aumentan los costos.
2. El gobierno sube los
precios de las materias primas
Un ejemplo de esto se ve en el marco del
control de precios. El arroz, uno de los productos con precios controlados, no
llegó a cubrir los costos de producción en los últimos cuatro meses.
En las
últimas semanas hubo un incremento del material de empaque y envase de 166%.
¿Cómo sube un material al 166%, donde la materia prima principal la produce el
Estado? Es el Estado el que aumentó en un 92% el precio de la resina para hacer
este material.
3. El caso se agrava con
el control de precios
Lo peor es que esto ocurre en un marco de
control de precios. La inflación aumenta los costos y los precios no están
reflejando el incremento de los costos. Las empresas perdemos dinero al no
poder ajustar los precios al nivel de los costos.
El sistema de control de
precios es, por definición, equivocado e incorrecto porque en cada empresa la
estructura de costos es absolutamente distinta. Tenemos por ejemplo la pasta,
que está regulada desde hace 34 meses, una decisión que el gobierno tomó con
base en la baja del precio internacional del trigo. Tres meses después el
precio internacional del trigo subió y nadie aumentó el precio de la pasta. Por
cada dos kilos de pasta regulada se pierde dos veces el precio de venta.
Hoy el
precio de venta de un kilo de pasta es de 5 BsF y el costo de producirla (sin
contar gastos de distribución) es de 12 BsF. El sistema de precios busca no
publicar o no informar un incremento de precios.
4. Perspectivas de
cambio
Cuando apareció la Sundee, se dijo que no
podía perderse dinero con ningún producto. Sin embargo, todavía en muchos
productos se sigue perdiendo. A pesar de los nuevos ajustes, muchos
productos todavía pierden dinero. Entre ellos el agua, los jugos, los productos
de limpieza e higiene, etcétera.
No es que sólo hay pérdidas y no hay
soluciones: el gobierno ha comenzado a tomar la medida sana de adecuar los
precios, lo que es adecuado en el panorama donde hay productos que están
rezagados 34 meses con una inflación particularmente fuerte.
El problema surge
cuando se hace un aumento que no logra cubrir 100% los costos.
5. Oferta y demanda
Polar produce 602 millones de kilos de
harina, 50 millones de paquetes todos los meses. Todo esto cubre el 49% de la
capacidad instalada de todas las empresas en el país. Es decir, de las máquinas
que pueden producir.
El Estado cubre el otro 51%. Aún así, el Estado no produce
más que el 14% del total de la producción. Si todas las plantas se pusieran a
producir, acá sobraría harina.
Para solucionar el
problema hay que invertir para subir la producción. Hay que poner a producir a
las empresas del Estado a toda su capacidad. Las empresas del Estado están
produciendo por debajo del 30% de su capacidad y también están vendiendo a
pérdida.
Si todas las plantas del
país se pusieran a producir (harina), tendríamos 130 mil toneladas mensuales en
un escenario en el que la demanda es de 92 mil toneladas mensuales. Sobraría
harina. Por eso es necesario poner a funcionar todas las plantas del país y
Polar ha hecho propuestas específicas para eso.
6. ¿Y el contrabando?
En cuanto al contrabando, los niveles de
harina que salen no son masivos pues en el propio mercado negro de alimentos
venezolano, resulta más rentable para un buhonero vender un paquete a
sobreprecio que pasarlo por la frontera.
El contrabando no es producido por el
modelo de Empresas Polar. El contrabando se produce por la asfixia que causada
por el control de precios. Cuando en la frontera se encuentra un producto que
se puede vender muchas veces más caro de lo que se vende en el país, mucha
gente se ve tentada.
Polar no está de acuerdo con el contrabando. Polar está en
contra del contrabando.