Dayrí Blanco El Carabobeño
El negocio se cerró en junio de 2015. Venezuela pagó a la empresa brasileña JBS S.A 2,1 millardos de dólares con la finalidad de cubrir la mitad de la demanda de carne bovina y un cuarto del consumo de pollo del país, en medio de una crisis aguda de abastecimiento de alimentos.
Pero en la ejecución del convenio algo cambió. Solo se recibió el 40% de la comida pagada.
Hasta octubre llegaron a Puerto Cabello buques cargados con esta mercancía ya cancelada. Neidy Rosal, legisladora por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en el Consejo Legislativo de Carabobo, ha hecho la investigación al caso y la llevó a la Asamblea Nacional.
“Hay que verle la cara a alimentar a 30 millones de personas con importaciones incompletas y las industrias productoras de comida en Venezuela paralizadas”.
Las ventas que JBS ha hecho al Gobierno de Maduro representa alrededor del 10% de los ingresos por exportaciones de esa firma, considerada como la más grande empacadora de carne del mundo.
Para Rosal, el fracaso de esta negociación se evidencia en el “pobre programa de entrega de bolsas de alimentos casa por casa, que solo beneficia a un sector de la población militante del partido oficialista, cuyos adeptos son cada vez menos, y la crisis alimentaria la padecemos todos en el país”.
En Carabobo con ese plan solo 120 mil familias serán atendidas, lo que se traduce en 4,18% de la población del estado.
Los cálculos se basan en los 2 mil 500 bolívares que cuesta cada bolsa de alimentos que está siendo distribuida, y para las que el Ejecutivo aprobó 300 millones de bolívares.
Comida para 4 días
El arribo de barcos con materia prima y productos terminados a Puerto Cabello ha caído considerablemente.
Menos de 200 contenedores se descargaron al día al cierre de 2015 de una capacidad de mil 200, lo que es igual a una caída de 83,33%.
Y durante lo que va de 2016 las cifras son aún más negativas.
La legisladora mostró su preocupación al respecto.
“Esta semana solo han llegado 2 buques con trigo que en la suma alcanzarán para alimentar a la población venezolana por tres o cuatro días. No más de eso”.
En el país los ciudadanos se están alimentando mal. Sin la carga proteica requerida. “Los niños no toman la leche que necesitan, nadie come carne y pollo como debería, eso causará severas consecuencias de salud y crecimiento”.
Por eso Rosal exigió al defensor del Pueblo, Tarek William Saab, que evalúe la verdadera crisis alimentaria y se tomen medidas urgentes.
Propuso al Gobierno la elaboración y presentación urgente de un plan que esclarezca los sistemas de compra en el exterior y que explique por qué empresas nacionalizadas están paralizadas y cuál es el plan de contingencia que se aplicará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario