Campo venezolano con pocas reses y bajas de peso
Rosmir Sivira El Impulso
Animales faltos de peso son llevados al matadero.
La merma en a oferta de carnes se ha hecho palpable en los últimos días y aunque esto se debe a razones climatológicas que impactan el mercado, productores ganaderos afirman que la referida problemática también estaría motivada por severas limitantes para cumplir con los procesos de alimentación de los bovinos y la reducción en el número de cabezas de ganado, las cuales deben seguir alimentando a un número poblacional que se mantiene en incremento.
Manuel Cripiano Heredia, productor ganadero y representante de la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga) explicó que la principal problemática radica en la diminución del número de reses. Citó que, según la Comisión de Suramérica para la Lucha
Contra la Fiebre Aftosa (Consalfa), para el primer trimestre del año la población bovina sería de 15.508.106, distribuidas entre 132 mil unidades de producción.
Sin embargo, según cifras de la institución que representa, esta no sería mayor a los 12 millones de cabeza de ganado, número que tampoco coincide con la cantidad de habitantes en el país, ya que según regla mundial, debería haber una res por cada habitante en el territorio nacional, a propósito de garantizar un equilibrado consumo de carne.
Subrayó que el país debería contar al menos con 30 millones de cabezas de ganado, lo que explicaría la caída de la oferta, también afectada por el descenso hasta el pasado mes de marzo, del 66,92% en carne deshuesada y 52,92% en bovinos vivos llevado a matadero, ambos importados a Venezuela desde Brasil por la empresa Casa.
En tal sentido, acotó que hasta el 2014, el consumo per cápita de carne fue de entre 22 y 23 kilogramos.
Sin embargo, este ha disminuido considerablemente en los últimos meses.
En 2014 llevaban mensualmente 60 mil animales a matadero, pero en 2016 apenas y se presentan unos 4 mil en igual periodo, lo que demuestra que el rebaño nacional no cubre la demanda total y que la importación sigue en descenso.
Recordó que los ganaderos venezolanos apenas han superado el “inclemente verano prologado por tres años”, lo que ha afectado la producción de pasto y, por tanto, el peso de los animales.
Heredia acotó que múltiples mataderos sostienen compromisos con determinadas cadenas de alimentos, por lo que les piden llevar el animal a sacrificio, bajo de peso, en vez de esperar que este alcance al menos 480 kilogramos.
Al respecto, Celso Fantinel, segundo vicepresidente de Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro) apuntó que en periodos como el actual se podían llevar a matadero animales de hasta 540 kilogramos, pero en la actualidad el peso puede
ser de 470 kilogramos o menos, lo que representa una pérdida considerable.
El ciclo, entre crecimiento y engorde del bovino, hasta llevarlo a matadero, puede tardar cuatro años.
No obstante, si se interrumpe, porque se tiene que sacar el animalal mercado, para responder a la demandad, se resuelve medianamente la problemática, al tiempo que se genera un nuevo déficit a futuro.
La relación con el peso
“No tenemos ni semilla de pasto… la situación es grave”, comentó Fantinel,quien apuntó que además de la merma en el número de animales, existe una caída en la constitución física, lo que genera una pérdida de peso.
“Llevamos los animales a matadero, pero pesan menos”, a causa de la limitada oferta de pasto y alimentos balanceados, cuya caída representa más del 80%.
En este sentido, Heredia explicó que si bien el verano a penas está por culminar e iniciará un ciclo de invierno, que podría ser provechoso si contarán con mayor acopio de insumos agrícolas, dentro de ocho meses arrancaría un nuevo verano, para el cual se deben tomar las previsiones.
-Este año será aún más caótico, porque no se encuentra la semilla.
Si hay problemas para encontrar la semilla de maíz y sorgo, la situación es aún más compleja para pasto.
Asimismo, subrayó que según estadísticas del Programa Integral de Desarrollo Lechero (Pidel) el 85% de los ganaderos no esta preparado para la conservación de forraje en época de invierno, para uso en verano.
No obstante, indicó que para atender al ganado a través de silos de maíz se requieren numerosas hectáreas sembradas del producto para el cual tampoco cuentan con la semilla, los fertilizantes y el herbicida.
Por su parte, Fantinel indicó que mantener los animales en las haciendas y no llevarlos a matadero, significa seguir perdiendo dinero, ya que además de las dificultades en la adquisición de alimentos, hay muchas haciendas y fincas con problemas de agua, otro factor importante para su crecimiento y engorde.
Precio según temporada
Los animales estarían siendo llevados faltos de peso a mataderos por condiciones climáticas, falta de pastos y merma en las cabezas de ganado para atender una alta demanda Heredia recordó que hasta Semana Santa los precios de la carne se mantuvieron estables, pero luego hubo un significativo incremento.
Esto se debió a que los productores que tenían a sus animales con el peso correspondiente, los llevaron a matadero antes de que se intensificara el verano, temporada que propicia en estos una pérdida de peso.
Pero por falta de pasto y otros insumos, la oferta disminuyó.Esperan que para el mes de junio incremente la oferta nacional, por lo que sería ciclo de siembra para pasto.
En tal sentido, recordó que la oferta nacional sólo abastece entre el 35% y 45% de la necesidad nacional.
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