Temor en la industria láctea argentina por un pagadiós venezolano ante un eventual quiebre de relaciones bilaterales
Quedan por cobrar muchos embarques de leche en polvo.
Lecheria Latina
Mauricio Macri, presidente electo de la Argentina, tiene en sus planes solicitar a las demás naciones integrantes del Mercosur la suspensión de Venezuela como socio del bloque regional al considerar que en la nación bolivariana no se encuentra vigente el sistema democrático.
“Yo creo que usted (Macri) va a tener mucho trabajo en Argentina como para estar ocupándose de los asuntos de Venezuela”, dijo esta semana el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela Diosdado Cabello.
“Nosotros no nos metemos con nadie, pero no dejamos que nadie se meta con nosotros”, amenazó.
El conflicto generó terror en el sector exportador lácteo argentino: la mayor parte de los embarques de leche en polvo destinados al mercado venezolano siguen sin poder cobrarse.
Y no son pocos los que temen que, en caso de el conflicto bilateral estalle, el gobierno venezolano –quien concentra las compras de leche en polvo– aplique un pagadiós a modo de represalia.
En los primeros diez meses de 2015 las exportaciones argentinas de leche en polvo sumaron 129.601 toneladas, de las cuales casi la mitad (63.454 toneladas) se destinaron al mercado venezolano, según los últimos datos oficiales publicados por Senasa.
El nuevo escenario, además, obligaría a las compañías lácteas argentinas a buscar –de manera urgente– nuevos mercados para la leche en polvo, dado que la demanda está muy concentrada en pocos destinos (fundamentalmente Brasil y Argelia).
Conaprole –principal compañía láctea uruguaya– recién pudo cobrar a comienzos del presente mes de noviembre una deuda de 27 millones de dólares con el gobierno venezolano por embarques de leche en polvo remitidos en 2014.
Y lo hizo gracias a muchísimas gestiones lideradas por el propio presidente oriental Tabaré Vázquez.
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