Iglesia cuestionó que el sistema ampare militarización y corrupción
Monseñor Diego Padrón dijo que el pueblo es consciente de la crisis y pidió retomar el diálogo nacional.
SOFÍA NEDERR El nacional
“Como venezolanos y como pastores del pueblo que peregrina entre aflicciones hemos estado muy atentos al acontecer del país”, aseveró ayer el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Diego Padrón.
Durante la instalación de la 103 Asamblea Ordinaria de la CEV, Padrón cuestionó que “el militarismo y la corrupción en diversos grados” sean amparados por el sistema gubernamental del país.
Calificó el clima social de duro y avizoró un panorama nacional “muy oscuro”.
El también arzobispo de Cumaná mostró preocupación por situaciones como “la desidia de los poderes públicos para superar la crisis moral, la ineficiencia de los servicios básicos que requieren todos los ciudadanos, el alto costo de la vida, la crisis de la salud pública, el desabastecimiento en todos los rubros, la escasez de empleo digno y justo, la inseguridad social y jurídica, la crisis económica que paraliza el país, la criminalización de la protesta pacífica y la persecución a la disidencia política sindical y obrera”.
Ante el nuncio apostólico, monseñor Aldo Giordano, el cardenal Jorge Urosa Savino y todos los obispos del país, Padrón sostuvo que el pueblo está consciente y siente en carne propia la “crisis global de enormes proporciones cuyos niveles sobrepasan cualquier crisis anterior y que toca profundamente todas las dimensiones de la vida del país”.
Fue crítico con el gobierno y con los partidos. Consideró que el sistema político dominante ha impulsado constantemente la división ideológica y social entre los diversos sectores del país, lo cual predispone los ánimos para la violencia y la agresividad.
“La violencia ha sido y ha seguido siendo motivada por filosofía del sistema. La pobreza avergonzante a la que el sistema ha llevado al país es causa de violencia”, dijo.
El arzobispo cuestionó que los partidos no hayan logrado una alternativa democrática. Sostuvo que la crisis partidista se origina más en los afectos que en la ausencia de ideología.
“La crisis de los partidos es más de agendas y proyectos personalistas que de estrategia. Tal crisis en la dirigencia impide la visión de bien común y la compresión de un proyecto en el que puedan participar todos los sectores, sin exclusión”.
Diálogo.
El prelado insistió en el llamado de la Iglesia a retomar el diálogo entre el gobierno de Maduro y los diferentes sectores por el bienestar de todos los venezolanos. Rechazó la exclusión y dijo que la crisis nacional requiere de la unión de todos. "En la fuerza está la unión, como dice nuestro Himno Nacional", refirió.
Indicó que en el Parlamento, cuyas elecciones se celebrarán este año, debe impulsarse el diálogo. “Estoy convencido de que la Asamblea es la primera instancia de diálogo en el país.
Desde la Asamblea, una más plural y equilibrada, se pueden dar soluciones a los grandes problemas que representa la crisis venezolana”, afirmó. La Conferencia Episcopal elegirá a su nueva junta directiva mañana al mediodía.
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