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2 may 2014

Subsidio a la red pública protege poder de compra de los más necesitados

Economistas coinciden en señalar que el aumento de precios es indispensable, pero que se debe tratar de minimizar el impacto inflacionario.

"Al final este subsidio es para las clases más bajas", dijo Luis Vicente León
Gabriela Iribarren   El Mundo
El subsidio por Bs. 1.500 millones -aprobado por la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN)- para financiar 25% del precio del pollo en las redes Pdval, Bicentenario y Abastos Venezuela, es catalogado por economistas como una medida que busca minimizar el efecto que tendrá en la población de menos recursos el aumento del precio del producto, publicado en el portal de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socio Económicos (Sundde).

“El liberalismo puro y el control absoluto son los extremos en materia económica; pero entre ellos hay matices que son aceptados. Uno es el manejo del salario mínimo, aplicable especialmente en economías de alta inflación ; otro matiz aceptado es el uso del subsidio directo, que sería algo equivalente al manejo del salario mínimo”, señaló el economista Luis Vicente León, director de Datanálisis, quien recalcó que el Gobierno necesita aplicar el subsidio porque se ve obligado a reajustar el precio de algunos productos para regularizar el abastecimiento, “pero no puede permitir que la gente no consuma pollo -en este caso- porque está mucho más caro”.

León señala que el Gobierno entiende que el sector privado no puede seguir subsidiando la producción, “pero yo sí -refiriéndose al Estado-” y añade que el subsidio no puede ser general, “es para los canales públicos, porque está dirigido a los estratos más pobres de la población”.

“Estamos en una situación inflacionaria muy importante en la que los precios de los alimentos suben muy rápido; los trabajadores de muchas empresas reportan problemas para producir y estas advierten que operan a pérdida”, dijo el economista Ángel Alayón, quien señaló que el Gobierno no quiere que los precios suban, pero no puede obligar a las empresas a seguir operando a pérdida.

Alayón recalca que “el subsidio no es para las empresas, sino para la cadena de comercialización pública y eso le permitirá a las empresas recuperar sus costos”.

A su juicio este nuevo subsidio tiene tres objetivos: que la producción no siga cayendo, que mejore el abastecimiento y que los precios no suban para los estratos sociales más bajos. “En el fondo, baja el impacto inflacionario en la red estatal”.

El pasado martes, el diputado Ramón Lobo aseguró que el subsidio aprobado al precio del pollo es para ayudar a 64% de la población que adquiere los alimentos en la red pública. 

“En Pdval, Abastos Bicentenario y Abastos Venezuela se podrá adquirir el pollo a Bs. 32,25 el kilo; consideramos necesario este subsidio para ayudar a nuestro pueblo, debido al reciente aumento del precio,”.

Prevén más colas

León y Alayón coinciden en señalar que en un primer momento este -y otros posibles subsidios- desviarán la demanda hacia las redes Pdval y Bicentenario, por lo que se incrementarán las colas para adquirir los alimentos a precios más solidarios.

“La cola va a aumentar en Pdval y Bicentenario”, dijo Luis Vicente León; pero, posteriormente,“al mejorar el abastecimiento en la red privada, la clase alta y buena parte de la media, no van a querer hacer colas en las redes públicas, y comprarán en las cadenas privadas”. Indicó que “al final, serán las clases más necesitadas las que comprarán allí”.

Para Alayón este desvío de la demanda podría ser más permanente y deja abierta una pregunta: “¿Podrá soportar la red pública tanta demanda?”.

En la mira

La aprobación de un subsidio asoma la posibilidad de que el Gobierno asuma los costos de algunos ajustes de precios, con el objeto de no afectar al consumidor. El caso del precio del pollo no es el primero en Pdval y Bicentenario.

En las últimas semanas, las empresas del Estado han estado distribuyendo su producción a precios diferentes, según el canal de comercialización. 

Así, las garrafas de 1.800 cc de los jugos pasteurizados Los Andes se venden a Bs. 22,50 en la red pública, pero en la privada el precio es de Bs. 46, acordado recientemente en las mesas técnicas. Igual ocurre con el café Fama de América.

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