María Beatriz Parilli Ultima Hora Digital
Aunque
existe preocupación por los efectos negativos que el fenómeno “El Niño” pudiera
ocasionar en la producción de maíz blanco y amarillo del presente ciclo
invierno, en el caso de Portuguesa -el principal estado generador de este
cereal- el impacto dependerá de la distribución de las lluvias y no en la
disminución de las precipitaciones como tal.
Las proyecciones climatológicas del especialista argentino Eduardo Sierra, dan cuenta de que para este 2014 en el ciclo productivo del maíz, que va desde mayo hasta septiembre, caerán entre 600 y 900 milímetros de agua en Portuguesa, lo que significa una reducción de 56% y 84% comparado a los 1.071 milímetros que en promedio se han registrado en 10 años, en el período de cultivo del cereal.
En este mes de mayo, las precipitaciones -que oscilarán entre los 200 y 300 milímetros- serán similares a las del mismo mes de años anteriores. En Portuguesa, las disminuciones de las lluvias se acentuarán a partir de junio, en el que la variación será de 100 a 150 milímetros de agua, para un 40% y 60% menos de lo que en promedio cayó en ese mismo período, en un lapso de 10 años.
Las perspectivas de Sierra indican que para julio se registrarán entre 150 y 200 milímetros de precipitación en la entidad, mientras que para agosto el nivel más bajo se mantendrá, pero el más alto será de 150 mm. Ya para septiembre, la variación será más amplia al oscilar entre 0,50 y 150 mm.
Con base a las proyecciones del experto en agroclimatología, el investigador de Asoportuguesa, Jimmy Sánchez, hizo notar que estas estimaciones coinciden con las oscilaciones del fenómeno “El Niño” que organismos internacionales y más de 380 estaciones meteorológicas predicen para el segundo semestre de este año en Suramérica. “Hay más de un 60% de probabilidades de lluvia por debajo de lo normal”, dijo.
Pero para el experto, los agricultores no deben caer en la desesperación, ya que la cantidad de lluvias que caerán en la entidad desde mayo hasta septiembre, es suficiente para que el cultivo cerealero explote su potencial de rendimiento, debido a que los suelos de los campos portugueseños retienen más humedad.
En la región, la productividad de la cosecha de maíz dependerá de la distribución de las lluvias. “Si no hay uniformidad, sí pudiésemos tener problemas, es decir, períodos largos de sequía sin la continuidad que necesitamos en las precipitaciones para que los suelos se mantengan húmedos”, precisó.
Para junio y julio, meses en el que se desarrolla la floración de cultivo de maíz, se habla de entre 40% y 60% de disminución con respecto a años anteriores. Para este período, Sánchez considera importante que haya una buena distribución de las lluvias, puesto que es cuando se definen la cantidad de granos que van a tener las mazorcas y su posterior llenado.
Más perjudicial
Jimmy Sánchez afirmó que en el caso de Portuguesa, la cosecha de maíz se ve más afectada por la abundancia de las precipitaciones. Por tal motivo, recomendó a los agricultores tener prudencia, no precipitarse y ocuparse en hacer una buena siembra en las zonas que reúnan las condiciones adecuadas.
La prolongación de la sequía y disminución de las lluvias, serán más perjudiciales en estados productores como Guárico, donde las precipitaciones serán levemente inferiores que las de Portuguesa, pero tienen el agravante de que sus suelos no tienen buena retención de humedad, lo que afectará más al cultivo de maíz. “Esto lógicamente preocupa porque sabemos que hay problemas con la disponibilidad de semillas, lo que traerá dificultades al momento de tener pérdidas”.
Las proyecciones climatológicas del especialista argentino Eduardo Sierra, dan cuenta de que para este 2014 en el ciclo productivo del maíz, que va desde mayo hasta septiembre, caerán entre 600 y 900 milímetros de agua en Portuguesa, lo que significa una reducción de 56% y 84% comparado a los 1.071 milímetros que en promedio se han registrado en 10 años, en el período de cultivo del cereal.
En este mes de mayo, las precipitaciones -que oscilarán entre los 200 y 300 milímetros- serán similares a las del mismo mes de años anteriores. En Portuguesa, las disminuciones de las lluvias se acentuarán a partir de junio, en el que la variación será de 100 a 150 milímetros de agua, para un 40% y 60% menos de lo que en promedio cayó en ese mismo período, en un lapso de 10 años.
Las perspectivas de Sierra indican que para julio se registrarán entre 150 y 200 milímetros de precipitación en la entidad, mientras que para agosto el nivel más bajo se mantendrá, pero el más alto será de 150 mm. Ya para septiembre, la variación será más amplia al oscilar entre 0,50 y 150 mm.
Con base a las proyecciones del experto en agroclimatología, el investigador de Asoportuguesa, Jimmy Sánchez, hizo notar que estas estimaciones coinciden con las oscilaciones del fenómeno “El Niño” que organismos internacionales y más de 380 estaciones meteorológicas predicen para el segundo semestre de este año en Suramérica. “Hay más de un 60% de probabilidades de lluvia por debajo de lo normal”, dijo.
Pero para el experto, los agricultores no deben caer en la desesperación, ya que la cantidad de lluvias que caerán en la entidad desde mayo hasta septiembre, es suficiente para que el cultivo cerealero explote su potencial de rendimiento, debido a que los suelos de los campos portugueseños retienen más humedad.
En la región, la productividad de la cosecha de maíz dependerá de la distribución de las lluvias. “Si no hay uniformidad, sí pudiésemos tener problemas, es decir, períodos largos de sequía sin la continuidad que necesitamos en las precipitaciones para que los suelos se mantengan húmedos”, precisó.
Para junio y julio, meses en el que se desarrolla la floración de cultivo de maíz, se habla de entre 40% y 60% de disminución con respecto a años anteriores. Para este período, Sánchez considera importante que haya una buena distribución de las lluvias, puesto que es cuando se definen la cantidad de granos que van a tener las mazorcas y su posterior llenado.
Más perjudicial
Jimmy Sánchez afirmó que en el caso de Portuguesa, la cosecha de maíz se ve más afectada por la abundancia de las precipitaciones. Por tal motivo, recomendó a los agricultores tener prudencia, no precipitarse y ocuparse en hacer una buena siembra en las zonas que reúnan las condiciones adecuadas.
La prolongación de la sequía y disminución de las lluvias, serán más perjudiciales en estados productores como Guárico, donde las precipitaciones serán levemente inferiores que las de Portuguesa, pero tienen el agravante de que sus suelos no tienen buena retención de humedad, lo que afectará más al cultivo de maíz. “Esto lógicamente preocupa porque sabemos que hay problemas con la disponibilidad de semillas, lo que traerá dificultades al momento de tener pérdidas”.
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