María Beatriz Parilli Ultima Hora Digital
Convencido
en que la agricultura es condición de desarrollo en Venezuela, el decano de la
Facultad de Agronomía de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado
(UCLA), Nerio Naranjo, considera que el sector debe defender sus espacios y
abrir los caminos para la construcción que -a su juicio- tocará hacer en el
país en los próximos años.
El catedrático reconoce en la agricultura un elemento dinámico de aporte al desarrollo nacional al ser el motor de la economía, a través del valor agregado, la generación de riquezas y el aporte tributario que llega a impactar en las regiones productoras del país, al punto de que representar su primer factor de impulso.
En su intervención durante la asamblea anual de Fedeagro, Naranjo explicó que la agricultura no es solo un motor de la economía, sino la escalera de ascenso social para muchas personas que han logrado superarse con dedicación y esfuerzo hacia las labores del campo.
“La agricultura es una reserva moral, una defensa de la ruralidad y de todos los capitales intangibles que representan la identidad nacional, y que gracias al sector primario no se han perdido y sobreviven en medio de esta profunda crisis que no sólo es económica sino de valores y cultural”, dijo.
El representante de la Facultad de Agronomía de la UCLA, alentó a los productores a seguir luchando por trabajar en condiciones dignas, ya que en el mundo se ha reconocido que el primer indicador de desarrollo de un país es el mejoramiento de la eficacia en el uso de los recursos, lo que permite que el aparato productivo genere bienes y servicios a un ritmo superior al que crece la población.
Naranjo cuestionó que la distribución y superación social que debe acompañar la generación de riquezas de la actividad agrícola, ha sido un tema con el que está en deuda éste y otros Gobiernos que “se han convertido en una fábrica de pobres”.
No hay otra salida
A criterio del catedrático, la economía venezolana no tiene otra salida que la agricultura. “Sabemos que el país está al borde del colapso y quiebre económico y la única respuesta para salir de esta difícil situación está en la educación, trabajo y producción en libertad”, aseveró.
Nerio Naranjo emplazó al Gobierno a definir una agenda de productividad precisa y adaptada a la realidad que vive el país, a manera de desarrollar al sector e incentivar a las generaciones de relevo a sumarse a esta actividad, para garantizar el crecimiento de la producción agroalimentaria.
El catedrático reconoce en la agricultura un elemento dinámico de aporte al desarrollo nacional al ser el motor de la economía, a través del valor agregado, la generación de riquezas y el aporte tributario que llega a impactar en las regiones productoras del país, al punto de que representar su primer factor de impulso.
En su intervención durante la asamblea anual de Fedeagro, Naranjo explicó que la agricultura no es solo un motor de la economía, sino la escalera de ascenso social para muchas personas que han logrado superarse con dedicación y esfuerzo hacia las labores del campo.
“La agricultura es una reserva moral, una defensa de la ruralidad y de todos los capitales intangibles que representan la identidad nacional, y que gracias al sector primario no se han perdido y sobreviven en medio de esta profunda crisis que no sólo es económica sino de valores y cultural”, dijo.
El representante de la Facultad de Agronomía de la UCLA, alentó a los productores a seguir luchando por trabajar en condiciones dignas, ya que en el mundo se ha reconocido que el primer indicador de desarrollo de un país es el mejoramiento de la eficacia en el uso de los recursos, lo que permite que el aparato productivo genere bienes y servicios a un ritmo superior al que crece la población.
Naranjo cuestionó que la distribución y superación social que debe acompañar la generación de riquezas de la actividad agrícola, ha sido un tema con el que está en deuda éste y otros Gobiernos que “se han convertido en una fábrica de pobres”.
No hay otra salida
A criterio del catedrático, la economía venezolana no tiene otra salida que la agricultura. “Sabemos que el país está al borde del colapso y quiebre económico y la única respuesta para salir de esta difícil situación está en la educación, trabajo y producción en libertad”, aseveró.
Nerio Naranjo emplazó al Gobierno a definir una agenda de productividad precisa y adaptada a la realidad que vive el país, a manera de desarrollar al sector e incentivar a las generaciones de relevo a sumarse a esta actividad, para garantizar el crecimiento de la producción agroalimentaria.
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