Estiman que el poder de compra cae 4% cada mes
ANGIE CONTRERAS C. EL UNIVERSAL
"Todo está más caro". "El dinero no alcanza". "Lo poco que hay no se puede comprar". Son frases que saltan en cualquier conversación por estos días. El alto costo de la vida ha mermado la capacidad de compra del venezolano que, además, se desenvuelve en un mercado con oferta reducida de bienes.
Recientemente el Gobierno decretó un aumento de 30% en el salario mínimo para ubicarlo en Bs 4.251,40 que, a simple vista, luce muy atractivo pero que ante el entorno y los indicadores económicos tiene poca efectividad al momento de comprar.
Los precios de los alimentos, como carnes, hortalizas y huevos, suben semanalmente sin control, pese a estar regulados, asfixiando el presupuesto de la población, en especial de los más pobres.
En el primer trimestre la inflación acumulada fue de 10,1%, la más elevada desde 2008. Aunque el Banco Central no ha difundido los últimos resultados del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) el bolsillo da cuenta de que el auge en los precios se mantiene.
Una familia de cinco personas debe destinar al menos Bs 12 mil para cubrir las necesidades básicas mensuales. Más de la mitad se va en la compra de alimentos. La escasez obliga muchas veces a pagar más por esos bienes, lo que presiona aún el presupuesto familiar. En marzo la escasez general fue de 29,4% y la de alimentos de 26,9%, indicadores nunca antes alcanzados.
El Gobierno insiste en que ha blindado el ingreso de los trabajadores y que la recuperación en el poder de compra durante los últimos años ha impulsado el consumo de la población. Pero no está mejor que en años anteriores.
Si bien el aumento significa una recuperación de 6% con respecto a mayo de 2013, su efecto se diluirá en agosto por el avance de la inflación, que de acuerdo con las estimaciones de la firma Econométrica sería en torno a 5,5% en abril y 6,5% en mayo.
En cambio el salario integral, compuesto por la remuneración básica más el bono de alimentación, que hoy es de Bs 5.602, no muestra recuperación, debido a que ése sube a una tasa inferior que el propio salario mínimo y que la inflación, explicó el analista financiero y director de Econométrica, Henkel García.
"Este año los tickets de alimentación aumentaron por Unidad Tributaria. Ese aumento de febrero de 2013 a igual mes de 2014 es de 18,7% con una inflación de 59%, significa una pérdida en el poder de compra de 25% en un año, sólo en el bono de alimentación", señaló.
La inflación ahora es más sensible en los aumentos del salario mínimo, pues en el pasado el poder de compra del salario disminuía entre 1% y 2% mensual, mientras que actualmente lo hace entorno a 4% por mes, dijo García.
Explicó que si el salario mínimo actual se compara con el que estaba vigente en 2008, previo a la crisis económica, el poder de compra actual es 7% inferior al que había en aquel momento. Entre mayo de ese año y el de 2014 la pérdida es de 4%.
"En general, pese a los aumentos en el salario que se han hecho este año, no han contribuido a que mejore la capacidad de compra del venezolano, más bien está por debajo de 2008 en un entorno de alta escasez y elevada inflación. En 2008 la escasez promedio era de 15,6% y para bajarla el Gobierno flexibilizó la política de precios".
A la par del aumento del salario mínimo, el Ejecutivo ha permitido que se desplacen los precios regulados en algunos sectores como el de alimentos (con alzas en pollo, arroz y azúcar) y en transporte.
Adicionalmente, la Superintendencia de Defensa de los Derechos Socio Económicos (Sundde), fijo precios en ropa, calzado, accesorios y vehículos, que en algunos casos significaron aumentos.
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