Trabajadores, empresarios y economistas apoyan negativa al decreto de emergencia

Rosmir Sivira   El Impulso

Aunque Venezuela se encuentra bajo una situación de emergencia económica, no todos los planteamientos son una salida. 

Mucho menos aquellos cuyos términos amplían las facultades del Ejecutivo y en la práctica anulan la acción del parlamento.

Así lo sostuvo Asdrúbal Oliveros, economista y director de Ecoanalítica, tras la negativa de aprobación de Decreto de Emergencia Económica por parte de la Asamblea Nacional (AN).

Al igual que representantes de los empresarios y los trabajadores, el economista considera que el parlamento no podía dar su apoyo a este instrumento.

En su opinión la AN no estaría dando la espalda al país, tal y como señaló el pasado viernes el Presidente de la República, Nicolás Madura, puesto que la institución goza de rol propio. 

La aprobación del decreto atentaría contra facultades del mismo parlamento.

-El Ejecutivo pretendía anular la Asamblea Nacional y seguir gobernando como lo ha hecho hasta ahora, como cuando la asamblea estaba en manos del partido de gobierno.

Subrayó que más allá de la aprobación o negación del decreto, existe una fuerte confrontación entre los poderes legislativo y ejecutivo, la cual no ayuda a la resolución de la grave crisis económica.

-Esta confrontación exacerba aún más la crisis y hace pensar que esta seguirá profundizándose.

El problema es el modelo

Alberto Gámez, presidente de Fedecámaras-Lara y director nacional de la cúpula, recordó que la postura de la institución que representa es contraria al contenido del decreto, por lo cual apoyan la negativa del parlamento de aprobar el contenido allí expresado. 

Precisó que se trataba de “más de lo mismo”.

Acotó que “el fracasado en toda esta historia es el modelo económico, el cual no se ajusta al contexto venezolano”.

Según Gámez, debe haber un giro de 180º en el modelo, para hallar una salida a la problemática.

Sobre los señalamientos realizados por parte de diputados de la bancada oficialista y voceros del gobierno, que han tildado a empresarios y oposición de “apátridas”, recordó que los empresarios están dispuestos a iniciar el diálogo para la resolución de la crisis económica, siempre que “las reglas del juego estén claras”.

Consideró que el fondo del decreto es “más político que económico”, razón por la cual son objeto de los referidos señalamientos.

Participación los actores

Como “acertada” calificó Marcela Máspero, coordinadora de la Unión de Trabajadores de Venezuela (Unete), la decisión tomada por la mayoría parlamentaria, porque esta resulta también “del esfuerzo de los sectores que pidieron ser escuchados… del parlamentarismo de calle”, en especial del sector de los trabajadores. 

En tal sentido, señaló que formularon ante la AN aportes en materia de producción, importación de materias primas, generación de empleos y otros.

Evaluó como positivo que los diputados no sólo se limitarán a negar la aprobación del decreto, sino que también plantearán una serie de recomendaciones, relacionadas con el financiamiento del déficit fiscal, producción nacional, la inversión y la necesidad de que sean publicados los indicadores económicos.

Asimismo, lamentó que en la creación de las comisiones económicas el gobierno haya incurrido en múltiples errores, entre ellos que se extendiera la convocatoria a todos los sectores, pero a algunos el acceso les fuese negado, como a Unete.

“El país realmente requiere que exista la participación de todos los actores para la resolución de los conflictos, particularmente de quienes estamos involucrados en la producción, es decir, trabajadores y empresarios”, manifestó Máspero, quien expresó que han sido los trabajadores los que han defendido a producción en las empresas del Estado, que igualmente atraviesan una grave crisis.

Señaló que mientras no se retome el aparato productivo no se recuperará la economía venezolana, no habrá más fuentes de empleo ni se repondrá el poder adquisitivo.

Máspero indicó que la metodología del parlamentarismo de calle debe seguirse aplicando en la AN, a fin de escuchar el malestar de los venezolanos y en especial de los trabajadores.