Innovación Agrícola
Sin prácticas agrícolas modernas es imposible maximizar la producción por hectárea.
PEDRO E. PIÑATE B. | EL UNIVERSAL
De la baja producción y productividad de nuestra agricultura, es causa principal el entorno contrario de políticas que prevalece.
También influye el clima dada la ignorancia meteorológica en que siembras y cosechas se realizan.
Últimamente los controles de precios y cambiario, la falta de planeamiento, las dificultades para la importación directa por los productores, las nuevas regulaciones, y la insuficiente e inoportuna provisión y acceso a los insumos necesarios para la producción, resultan en menor superficie utilizada y rendimientos.
Siendo el tiempo inexorable, la obsolescencia tecnológica y de equipos y maquinarias, alcanza la mayoría de las fincas que todavía producen resistiendo los embates del entorno contrario de políticas.
Como sin prácticas agrícolas modernas y los insumos adecuados es imposible maximizar económicamente la producción por hectárea o animal, las consecuencias no se hacen esperar, explicando el déficit de producción nacional pero también señalando dónde hay que actuar para resolverlo.
Así la fertilización es con fertilizantes químicos; el control de insectos es con insecticidas (y semillas insecto-resistentes); el control de malezas con herbicidas (y semillas herbicida-tolerantes); la salud y productividad animal, requiere medicinas veterinarias, alimentos balanceados, vitaminas, minerales, promotores de crecimiento, etc.
Con esta perspectiva, en Venezuela la innovación agrícola es una necesidad incluyendo adoptar sin más pérdida de tiempo la biotecnología que mejora los caracteres beneficiosos de las plantas, animales y microorganismos.
Así hay que levantar la absurda prohibición legal al uso en Venezuela de semillas transgénicas.
Tan absurda que el discurso oficial por un lado aduce daños supuestos a la salud humana y animal, y por otro autoriza importar anualmente para el consumo masivo, millones de kilos de cosechas producto de biotecnología.
Por todo esto compartimos la visión del profesor Aalt Dikhvizen de la Universidad de Wageningen: "La seguridad alimentaria global sostenible es alcanzable si tenemos mentes abiertas a la tecnología y nos enfocamos en productividad y eficiencia.
No podemos alimentar el mundo de mañana, con la tecnología de ayer".
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