Falleció el exgobernador Waldemar Cordero Vale
LUIS BAZÁN GARCÍA Ultima Hora Digital
Con la muerte de Waldemar Cordero Vale ha perdido Acarigua a uno de sus referencias ciudadanas más esclarecidas.
En todos los sectores sociales de la ciudad y del estado Portuguesa en general, extendida a todo el país, se siente la onda de pesar por esta noticia que enluta a muchos hogares y penetra igualmente en el sentimiento del pueblo donde su nombre, su presencia y sus realizaciones son dignificantes para el orgullo regional.
Fue un acarigüeño en la acepción más genuina de esta identificación con la ciudad donde nació el 21 de marzo de 1926, próximo ya a cumplir los 90 años de edad.
En el transcurso de esos años de vida logró realizaciones de representación pública de mucha relevancia y responsabilidad, donde queda impresa la huella de un ejemplo útil en sus distintas manifestaciones.
Fue vicepresidente del Banco Agrícola y Pecuario, presidente de Aproscello, fue uno de los creadores y directivos de la Asociación de Peritos Agropecuarios (Arpapa), presidente también del Banco de Desarrollo Agropecuario, vicepresidente de Anca, productor agropecuario y promotor de gremios y organizaciones agroindustriales, entre ellas Central Portuguesa, Coposa, Oleica, Sogapor y otras.
Fue parlamentario nacional y Gobernador, gestión que recuerda la colectividad por la diversidad de obras en todos los municipios, mostrando un sentido de responsabilidad y honestidad en el cumplimiento de ese ejercicio.
Tuvo al lado el acompañamiento de su esposa Yuya Casal de Cordero (+), primera dama del estado, que igualmente realizó acciones sociales signadas por la fina sensibilidad propia de quien sintió en su intimidad la realidad de su tierra natal.
También Waldemar Cordero Vale aparece como uno de los fundadores del partido socialcristiano Copei en Portuguesa, organización política de la cual fue presidente y en la cual permaneció como un ejemplo activo y rector de dirigentes y militancia que posteriormente reconocieron en él una guía de principios democráticos.
Es igualmente un aspecto personal en su vida social el hecho que en labios del pueblo se le llamó siempre como Waldemar, silenciando apellidos pero destacando la popularidad natural nacida del cultivo de la sencillez, y sobre todo de la amistad, uno de sus principales rasgos humanos.
Con su muerte desaparece también la sonoridad de acarigüeños distinguidos regional y nacionalmente, como fueron Gonzalo Barrios, Pablo Herrera Campíns y Luis Herrera Campíns, todos enaltecedores de este gentilicio que los distingue como referentes de una región y, sobre todo, de una obra de relevante magnitud en sus respectivas responsabilidades.
Sus restos están siendo velados en Servicios Especiales La Corteza y sus exequias se efectuarán hoy a las 2 de la tarde, en el Cementerio La Corteza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario