Agroinformatica
La fiabilidad de una estructura de costos
está en anexar a ella los balances y estados de resultados que la soportan, así
mismo la DPJ o DPN del ISLR del ejercicio anterior y las declaraciones de IVA.
De otra forma es un simple cuadro escrito en un papel que todo lo aguanta.
Para fincas en producción primaria hay que
considerar algunas cosas antes de editar una estructura de costos, pues no es
lo mismo inferir el costo de un activo vivo que puede durar en proceso de
producción hasta 4 años que de un activo inerte que solo pasa horas o días en producción,
a saber:
1. Debe hacerse cálculos sobre ciclos
productivos culminados. Es decir, nuestras fincas solo pueden demostrar el
costo de producción de un becerro al nacer, o de un becerro al destete, o de un
maute al momento de comenzar la ceba o engorde o de un toro o novillo al
momento de la pesa para matadero.
No es viable calcular el costo del kilo de
carne si no se han culminado estas etapas.
2. Cuando el rebaño es de doble propósito,
el costo del kilo de carne está vinculado al de la leche de alguna forma, pues
hay costos comunes a la leche y a la carne que se deben manejar en una
contabilidad de co-productos de forma paralela.
3. Ninguno de los dos puntos anteriores
permite que el costo esté asociado a los precios de venta del ejercicio
directamente. Es decir, el costo del kilo producido que proviene desde el
nacimiento o desde la compra del animal, poco tiene que ver con los costos del
ejercicio en el que el animal sale de la finca.
Esto debido a que los plazos de producción
del producto carne son superiores a un año, y deben ser sometidos a técnicas de
asociación de ingresos y costos como la Capitalización de Costos por ejemplo.
(ver libro de CONTABILIDAD PECUARIA de Gerardo Mendoza en www.agroinformatica.net
en su capítulo II).
Los fiscales de Precios Justos nunca
podrán investigar el costo de producción y compararlo con los precios de venta
para conocer los márgenes de utilidad, si no están familiarizados con las
capitalizaciones de costos para fincas de ceba o de cría y doble propósito.
Mucho menos pueden tratar con el mismo termómetro a estos tres sistemas de
producción.
Por otra parte,
los Costos de Producción y Ventas correctamente asociados al producto que se vende
mantienen un control de varios ejercicios económicos, por lo tanto pueden estar
seriamente afectados por la inflación en los países como Venezuela, Argentina,
Sudan, Bielorrusia, Malawi, Burundi, Siria, Irán, Etiopía y otros.
Razón
por la cual las estructuras de costo de productos que necesitan un proceso de
producción de 3 años en promedio, resultan inservibles a la postre, pues en
casos como Sudan del Sur, Argentina y Venezuela, la inflación las convierte en
letra muerta.
Quedando sólo la posibilidad de revisar los costos del momento, del
mes o de la semana para entender si la empresa respeta los márgenes de utilidad
aparente fijados en la norma.
Siendo
esto así, y conociendo lo expuesto en los primeros apartes de este boletín,
podríamos concluir que en la ganadería venezolana, ni es fiable ni es viable
construir estructuras de costos útiles a todo evento.
No mientras seamos uno de
los países con más alta inflación y mucho menos si no se asocian correctamente
los ingresos con los costos que los producen.
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