Dólares y Alimentos
Para reducir la dependencia alimentaria, Venezuela debe invertir (y dejar invertir).
PEDRO E. PIÑATE B. | EL UNIVERSAL
Ahora cuando Venezuela depende mayormente de importaciones alimentarias para poder comer, es imperativo impulsar la agricultura y planificar muy bien las compras de materias primas y alimentos a importar.
La caída y baja de las reservas internacionales es tal, que el total de US$ 20.972 millones reportados por el Banco Central al 30 de abril de 2014, reflejan en un año US$ 5.185 millones menos de los US$ 26.157 millones de misma fecha en 2013. Solo este abril cayeron US$ 976 millones desde los US$ 21.948 millones del 31 de marzo.
De allí que la escasez de alimentos es la de dólares para su importación y producción. El mal manejo de la economía continúa y requiere de ajustes. Así lo indica el Fondo Monetario Internacional en su informe "Perspectivas económicas: Las Américas", del 24 de abril, en que prevé negativo el Producto Interno Bruto real de Venezuela en 2014 y 2015 (-0.5% y -1.0%), y "subraya la necesidad de llevar a cabo ajustes fundamentales de política económica para evitar el riesgo de dinámicas desordenadas".
En este complicado entorno, el bolívar "fuerte" sin ninguna aceptación internacional, es moneda de uso solo local que se desmorona. Los dólares controlados para las importaciones son más escasos, restringidos y de acceso limitado.
No pudiendo sin dólares el sector productor, agroindustrial o comercial, importar directamente las materias primas y alimentos que aquí no hay, el manejo de la dependencia alimentaria recae en el gobierno y como principal importador.
Por eso la exigencia es de una mejor planeación y uso transparente de cada dólar disponible. Para reducir la dependencia alimentaria, Venezuela debe invertir (y dejar invertir), en el desarrollo agrícola sustentable y haciendo uso de las ventajas competitivas, entre ellas la energía. La agricultura es la comida segura.
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