EL CAMPO VENEZOLANO



"SI EL CAMPO CRECE, TODO EL PAIS CRECE, SI AL CAMPO LE VA BIEN, A TODA VENEZUELA LE VA BIEN"

9 feb 2016

Es Urgente La Reactivación Agroalimentaria

Resultado de imagen para Es urgente la reactivación agroalimentaria
 Pedro Ramírez C.   La Prensa de Barinas

¿A quiénes pueden interesarle actitudes adversas para una economía sana? Obviamente que no debería interesarle a nadie. 
Sin embargo, el Gobierno de esta revolución del siglo XXI se ha dado a la tarea de tomar decisiones que afectan la economía en general del país y sobre todo a la economía agrícola, altamente riesgosa por la naturaleza en la que se desenvuelve. 
En el presente es urgente reactivar la economía agrícola venezolana, a fin de restablecer posibles ofertas agroalimentarias y subsanar el déficit sustituyendo contingentes importaciones que bien pueden producirse en el país. 
Es urgente sincerar las reglas que rigen el aparato productivo agroalimentario y en este contexto se requiere: 
1) Regularizar el funcionamiento del BCV, organismo éste que debe regir y conducir todo el sistema monetario del país normalizando todo el sistema de precios que debe existir en una economía deteriorada como la venezolana. 
A nadie le debe interesar tener un signo monetario insignificante, pues las continuas devaluaciones solo benefician al Gobierno a objeto de lograr cierta liquidez que le permita satisfacer el consumo corriente gubernamental, apegado a lo suntuario. 
En consecuencia, ya basta de laboratorios monetarios que comenzaron el viernes negro de Luis Herrera Campíns en esta economía atrasada; pues ningún estímulo, que no sea la escasez, es lo que se ha alcanzado con las fulanas devaluaciones, que han empobrecido y arruinado al productor nacional. 
Se debe retornar con urgencia a políticas revaluadoras en un determinado espacio de tiempo para fortalecer la inversión en la agricultura y recuperar posibles ofertas agroalimentarias con urgencia, eliminando la creación de dinero inorgánico, al que hay que recogerlo y quemarlo lo mas rápido posible, porque soy de opinión que la economía venezolana debería ser dolarizada sin titubeos. 
2) El Gobierno debe apartarse de la práctica monopsonista en la compra y distribución de alimentos (no debe llamarse monopolio, porque el Gobierno no produce nada, mono = uno y polio = productor, mientras que en el monopsonio, mono = uno y psonio = comprador), de manera que el Gobierno lo que hace es ser un gran comprador de alimentos en el exterior y nunca un productor, como inclusive lo dejan dicho expertos colegas de la ciencia económica.
Una vez saneada la situación de la paridad cambiaria, debe hacerse una revisión de precios agrícolas a fin de sincerar posibles costos de los insumos empleados en la producción y poder establecer precios de bienes alimenticios venezolanos. 
No es posible que un productor se descapitalice a causa de una política devaluacionista, generándose situaciones graves de escasez como sucede en la actualidad en nuestro país. 
Si hay que recurrir a alguna importación el deber del Gobierno es proteger con políticas arancelarias al productor nacional. 
Solo así se pueden tener precios que favorezca a los productores y precios reales a nivel del consumidor, procurando el posible, normal, juego de la oferta y la demanda. 
La agroindustria nacional debe reactivarse, sobre todo la producción de fertilizantes nitrogenados y fosforados además de los fertilizantes de origen orgánico en todo el país, evitando fuga de divisas por este concepto. 
El Gobierno a través de Pdvsa debe incentivar la explotación de fertilizantes en minas, así como los provenientes de derivados del petróleo, donde además, el oro negro, sea generador de valor agregado, y no exportado solo como crudo. 
Debe incentivarse la industria farmacéutica para animales pues esto puede lograrse integrando las rentales de las universidades nacionales con capacidad para ello con la empresa privada que invierta en estos rubros.
Es necesario que el Gobierno devuelva las tierras que usurpó sin justificación, ya que hoy día muchas fincas o hatos usurpados están en peores condiciones de improductividad que cuando se tomó la medida. 
En Barinas hay muchos ejemplos, el Hato "La Garza" para 1998 sembraba unas 1000 ha, de maíz y sorgo, y ahorita no se siembra nada, ya que los invasores han convertido dichas áreas en peladeros de hambre, donde la ruina es la imagen del presente.
 Igual caso es el "Hato La Primavera" donde se sembraban aproximadamente 800 ha, de maíz por ciclo de secano y hoy no se siembra nada, solo se ve un contingente de invasores montando carpas tal y cual lo practican los indigentes.
El Gobierno debe practicar un sano presupuesto nacional, tal como lo establece el artículo 314 de la Constitución, donde se dice que no habrá gasto público fuera del presupuesto nacional y suspender los fondos extra presupuestarios de gasto discrecional, todo esto con un manejo del BCV, con autonomía, independiente del Gobierno, ya que el BCV no debe ser manejado como caja chica en ningún caso, donde todas las reservas deben reposar en las arcas del mismo. 
Debe revisarse el precio de todos los rubros que pueden producirse en el país, bien a nivel primario o a nivel secundario, donde toda la estructura productiva y sus dolientes, sepan y/o conozcan la competencia nacional e internacional, para que la eficiencia empresarial se ponga en marcha y no sea el Estado el que se convierta en un protector de la empresa deficiente. 
El empresario debe gerenciar, y debe saber que una unidad de un producto foránea tiene un precio y que el nacional tiene otro precio, para los efectos de satisfacer el mercado nacional u orientar su producción para la exportación. 
Tal es el caso del precio de la carne de primera o suprema en Miami cuyo precio es de 36,5 dólares, mientras que aquí en Venezuela su precio, en Caracas, es de 1500 a 2000 bolívares, o sea, de 1.5 a 2.5 dólares paralelos. 
El resto de la economía podría orientarse de la misma forma. 
El caso de los salarios, si la economía se dolariza, debe ajustarse el salario a la nueva revalorización y partir de una canasta básica ampliada, para que los trabajadores agrícolas y no agrícolas puedan gozar de una remuneración mas justa. 
Hay que revisar otros casos como la educación y el trabajo en el sector terciario que es el que propulsa la investigación y la creación de tecnología, solo con tales consideraciones se podría reactivar la cuestión agroalimentaria del país. Venezolanos ¡Miremos hacia adelante!

No hay comentarios:

Publicar un comentario