Impuesto a tierras ociosas atenta contra caficultores
El lunes el ministro de Agricultura y Tierras (MAT), Yván Gil, anunció el aumento de subsidios a productos agrícolas, entre los cuales no figura el café. Asimismo anunció la activación de un impuesto a tierras ociosas como parte de los planes del Gobierno para luchar contra el latifundio.
Para Maximiliano Pérez, presidente de la Asociación de Caficultores de Venezuela, éstas y otras medidas gubernamentales que se han tomado en el sector agropecuario son una muestra de lo que no se debe hacer.
"¿Cómo se le va cobrar un impuesto para que un trabajador del agro produzca si sabe que va a dar pérdidas?, eso no tiene sentido a menos que estemos hablando de una destrucción premeditada del aparato productivo”.
Desde el año 1999 los precios que le han impuesto al café no han ni siquiera cubierto los costos de producción, situación que ha generado una caída en más de un 70 por ciento.
"En el 99 producíamos un millón 550 mil quintales de café, exportábamos 600 mil y consumíamos 950 mil. Según las cifras oficiales, desde el año 2009 para acá la producción no ha superado los 500 mil quintales”.
Para poner un ejemplo local, en la parroquia Juares, en Río Claro, en el año 1999 se producían 150 mil quintales y en los últimos años no han superado los 20 mil.
El país pasó de ser un gran exportador a un gran importador. "Venezuela es el segundo comprador de café de Nicaragua después de Estados Unidos, según las cifras del Centro de Trámites de las Exportaciones (Cetrex) de ese país. Hemos invertido 50 millones de dólares en café nicaragüense, para comprar cerca de 500 mil quintales, porque actualmente el café nacional escasamente cubre el 30 por ciento del consumo requerido calculado en un millón 200 mil quintales”
Pero eso no es todo, Venezuela además le otorga créditos al país Nicaragua para aumentar la producción de este rubro mientras al caficultor al venezolano se le pagan a menos del 50 por ciento de los precios internacionales.
"Me pregunto de dónde van a sacar el café que dice el Gobierno que va a exportar a China, Rusia y Bielorrusia”.
Sin derechos
Indica Pérez que en Venezuela llegaron a existir 85 mil familias que vivían del cultivo de café y que hoy en día sólo quedan 25 mil.
"Este es sector más deprimido de la producción agropecuaria. los trabajadores viven en ranchos de bahareque, con piso de tierra, cocina a leña y no tienen ni letrinas. Se puede decir que el Gobierno incurre en una violación de los Derechos Humanos para los trabajadores de agro, porque impone unos precios que no permiten una justa remuneración a su trabajo”.
El precio de un quintal de café debería estar en 12 mil bolívares y al productor se lo pagan en mil.
Los caficultores se han visto obligados a sembrar otros productos para alimentarse y sobrevivir.
"En el 2004 el ex viceministro del MAT, Oswaldo Carnevali, catalogó a los caficultores como los damnificados del café. Nueve años después la situación se ha agravado”.
@elimpulsocom
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