EL CAMPO VENEZOLANO



"SI EL CAMPO CRECE, TODO EL PAIS CRECE, SI AL CAMPO LE VA BIEN, A TODA VENEZUELA LE VA BIEN"

19 ago 2013


BREVE HISTORIA DE LA EXPANSIÓN PRODUCTIVA CEREALERA

Japón fue el primer país en lograr un crecimiento sostenido en el rendimiento de los cereales; allí la productividad comenzó a ascender a partir de 1880, manteniéndose durante medio siglo como el país con los mejores índices, los cuales fueron especialmente buenos en trigo y arroz, cuyos potenciales lograron aumentar mediante la aplicación de herbicidas que permitieron eliminar las malezas, las cuales competían por la luz solar con las plantas de arroz y trigo. De esa manera pudieron reducir el tamaño de las plantas de los cereales, lo que permitió que una porción mayor de la fotosíntesis fuera desviada hacia la formación de semillas parte comestible, logrando a su vez que las nuevas matas "enanas" resistieran mejor las tormentas y el peso de las semillas.

Estados Unidos y Europa Occidental empiezan a mostrar mejoría en las cifras de rendimiento varias décadas más tarde, aunque poco tiempo después muchos otros países tuvieron también éxitos significativos. En el caso de Estados Unidos, fue en los años 30 cuando los agricultores comenzaron a elevar la producción de maíz con la utilización de variedades híbridas; desde entonces hasta hoy han quintuplicado las cifras, entre otras razones porque los híbridos más exitosos permitieron además una densificación considerable de las siembras, pasando de 10 mil plantas por hectárea a 28 mil y más. A nivel mundial, entre 1950 y 1973, los agricultores duplicaron la cosecha de cereales, sustentándose casi completamente en el aumento de los rendimientos; es decir, en apenas 23 años, la expansión de la producción cerealera igualó el crecimiento del producto logrado entre el comienzo de la agricultura y 1950.

Es la época cuando se inicia el intenso proceso de tecnificación de la agricultura la economía mundial pasa de ser esencialmente rural a altamente urbanizada, el cual implica una ruptura del ciclo natural de los nutrientes, forzando el uso de fertilizantes para reemplazar su pérdida. Son justamente los cereales los que impulsan este cambio y quienes demandan la mayor cantidad de fertilizantes, por lo que no debe resultar extraño que los tres grandes productores de cereales China, India y Estados Unidos sean a su vez quienes concentran el 58% de la producción de fertilizantes en el mundo.

A nivel mundial, los rendimientos crecieron rápidamente entre 1961 y 1999, y alcanzaron un crecimiento medio del 2,1 por ciento anual, con el dato curioso de que en los países en desarrollo crecieron incluso más deprisa, con una tasa media del 2,5 por ciento anual. El trigo, el arroz y el maíz considerados los alimentos básicos más importantes del mundo alcanzaron las tasas de crecimiento más rápidas, toda vez que su mejoramiento ha sido el centro de atención de los esfuerzos internacionales, aunque los rendimientos de los principales cultivos comerciales como la soya y el algodón también crecieron rápidamente.

COMIENZA EL ESTANCAMIENTO

El crecimiento global de los rendimientos de cereales se hizo más lento en los años noventa; por ejemplo, los rendimientos del trigo que habían crecido entre 1961 y 1989 a una tasa media del 3,8 % anual, aumentaron sólo al 2% anual entre 1989 y 1999 y, aunque los rendimientos del maíz en los países en desarrollo mantuvieron su impulso ascendente, las mejoras en trigo y arroz se hicieron mucho más lentas, disminuyendo a menos de la mitad para el arroz, con tasas de crecimiento que pasaron del 2,3% al 1,1 % en los mismos períodos.

Una vez superadas la restricción de nutrientes con la aplicación de fertilizantes y las limitaciones de humedad de los suelos mediante la irrigación, aunque no se sabe aún cómo los afecta el cambio climático el límite definitivo para los rendimientos viene dado por la capacidad máxima que tiene una planta para absorber energía solar y transformarla en energía química proceso conocido como fotosíntesis. Entre los cultivos que están llegando a ese límite están el arroz y el trigo en China, primer productor mundial de ambos rubros, y el maíz en los Estados Unidos, el mayor productor mundial.

Las evidencias de que efectivamente se está llegado a los límites biológicos en cereales parecen irrefutables: Japón y algunas regiones y países de Europa Occidental, altamente desarrollados, están estancados desde hace algunos años y, los dos gigantes que son China y Estados Unidos parecen estar acercándose, sin que la elevada capacidad tecnológica actual haya podido hacer algo al respecto. Probablemente otros países alcancen pronto los límites biológicos de sus cultivos, sobre todo porque el cambio climático amenaza con acercarlos peligrosamente.

El reto para la ciencia es enorme: en sus manos está la alimentación del futuro.

Fernando Travieso traviesofernando97@gmail.com

Tal Cual

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