EL CAMPO VENEZOLANO



"SI EL CAMPO CRECE, TODO EL PAIS CRECE, SI AL CAMPO LE VA BIEN, A TODA VENEZUELA LE VA BIEN"

29 may 2016

Rodrigo Agudo: La escasez apenas comienza
La crisis económica es tan profunda que Venezuela necesita hoy de ayuda humanitaria, sostiene el consultor de empresas Rodrigo Agudo y asesor de gremios vinculados a la producción de leche y carne, y quien señala que la situación es tal que “estamos para que vengan los cascos azules (de la ONU)”.
Rodrigo Agudo
Ligia Perdomo   El Estimulo

El modelo socialista que el presidente Hugo Chávez comenzó a poner en práctica en 2005 fracasó y hace aguas por todos lados. 

La corrupción enquistada en las esferas del poder y que ha permeado aguas abajo en la estructura social, dice mucho del deterioro en el que se encuentra el país, sumido en una inflación galopante, niveles alarmantes de escasez y un modo de vida en el que el “bachaquerismo” o reventa de productos se ha convertido en el gran negocio.

Desde 2013 Venezuela entró en un ciclo perverso de desabastecimiento que hoy hace de la falla de productos un problema estructural y no coyuntural. 

“La escasez llegó para quedarse porque lo que estamos viviendo es un proceso de deterioro continuo de tres años y la recuperación lleva tiempo”, dijo Agudo en conversación con varios periodistas del grupo El Estímulo Media que abarca las marcas El Estímulo, El Interés, Clímax, Bienmesabe y UB.

Pero el origen va mucho más atrás. 

Además de las expropiaciones y confiscaciones de empresas de los sectores agropecuario e industrial que les restó productividad, el gobierno nacional pactó el envío de petróleo a países considerados aliados políticos a cambio de alimentos. 

“El Estado mató los inventarios de los importadores y el crédito externo” hacia 2012.

A partir de 2013 se atacó la industria y con ello los inventarios. 

En 2014, recuerda el experto, el frente de batalla se abrió contra los mayoristas, supuestamente acaparadores, y se afectó el nivel de inventarios.

La agroindustria comienza a racionalizar la variedad de productos y aparece el desabastecimiento. 

En 2015, el ataque se dio contra los detallistas y se materializó la escasez, señala Agudo, quien observa que este flagelo trajo consigo un cambio de conducta en el consumidor que no será fácil revertir.

El pronóstico para este 2016 es aún peor. 

“Cuando digo que la escasez llegó para quedarse es porque al no cambiarse las orientaciones de las políticas este año, lo que va a haber es carestía e inexistencia. 

Va a haber escasez total y hoy por hoy estoy convencido de que en el corto plazo ya es imposible solucionar el problema de la escasez”.

La ruptura del ciclo en la cadena de distribución explica la afirmación del experto, quien se desempeñó como director de Planificación de Industria y Comercio de Cordiplan hace 30 años.

La cadena de inventarios se interrumpió. 

Esa tubería se quedó sin agua. 

Se tarda entre 7 y 10 meses en llenarla nuevamente. 

Pero lo más grave no está allí, sino en que cuando comenzó a aparecer la escasez cambió la conducta del consumidor, dice.

A falta de insumos y materias primas -por la escasez de dólares en medio de un férreo control de cambio- las industrias empiezan a cerrar las líneas que le son menos productivas para racionalizar costos en función de optimizar metas, precisa el consultor.

- ¿Nunca se había pasado por una situación similar?

- Estamos llegando, en mi opinión, a una situación que no solo es extraordinaria sino que nunca hemos vivido en la Venezuela republicana. 

La escasez se vivió a principios del siglo XX cuando Venezuela no era aún un país petrolero y cayeron los precios internacionales del café y, en alguna forma, eso generó una gran crisis social. 

Pero estamos llegando a la desaparición total de algunos rubros y alimentos básicos que, me atrevo a decir, Venezuela no vivía desde la guerra de Independencia.

Nos acercamos a un estadio de crisis humanitaria. 

Estamos como para que vengan los cascos azules. 

El drama no es que nadie nos lo cree, es que la población venezolana todavía no lo cree, porque en teoría somos un país rico porque somos petrolero.


- ¿Nadie en el gobierno podía prever una baja en los precios del petróleo y evitar la debacle?

- Estos señores destrozaron (el país). 

Me atrevería a afirmar que el único legado que nos dejó el presidente Chávez es que nos reubicó en el siglo XIX en la Capitanía del Virreinato de Santafé de Bogotá.

Es la visión propia de nuestros colonizadores. Venezuela nunca fue importante para España, lo fue Bogotá porque era la ruta de salida de los productos procedentes de Perú. Cartagena era el puerto de salida para la madre patria.

Venezuela se recupera y nos reposicionamos, pero nunca en la posición relativa que teníamos con respecto a Colombia dentro del marco de la integración regional. 

Y por una sencilla razón: porque nosotros perdimos las ventajas comparativas que construimos en la democracia, mientras Colombia tenía un gravísimo problema social.

Las grandes multinacionales mudaron sus centros de poder, de pensamiento, de planificación para Bogotá y esas no regresan. 

¿Qué dejaron en Venezuela? 

Los centros de distribución, o sea, el nivel táctico y operacional. Por eso creo que es irreversible, ¿para qué se van a regresar para acá? 

Toda la industria farmacéutica se mudó a Barranquilla.

Aquí se destruyeron las industrias básicas no petroleras, se destruyó Pdvsa. Pdvsa fue una de las 10 empresas más grandes del mundo. 

Ese posicionamiento más nunca lo vamos a tener, porque no hay recursos suficientes para eso. 

Primero, porque se acabó con el recurso humano que se formó afuera, y ya eso no lo vas a hacer en un entorno petrolero que no es el de la bonanza de los años 70 y que ahora es mucho más competitivo.

Nos desfasamos tecnológicamente en el tema petrolero. 

Aquí ni siquiera saben pronunciar la palabra fracking

Y además de eso, el petróleo no tiene el peso relativo en la economía que tenía hace 20 años.


- ¿Por qué se llegó a ese punto?

- Porque el modelo fracasó. 

Después de los sucesos de 2002 (golpe de Estado), Chávez definió un modelo de desarrollo fracasado en el siglo XX. 

Por ser un país petrolero que generaba riquezas sin gran esfuerzo de la población, en términos de trabajo, el gobierno creyó que podía manejar el proceso de transformación de la estructura de producción del país, de una propiedad de los medios de producción –como dicen los marxistas- individual, personal, propiedad privada a una propiedad colectiva, social, a una propiedad del pueblo. 

Y como el Estado es el representante del pueblo, pues esa propiedad se materializa en una propiedad estatal.

Los medios de producción en manos del Estado están en manos de una cúpula burocrática que lo que hace es disfrutar de los beneficios de administrar esos bienes sin que tú hayas hecho inversión o hayas asumido un riesgo y por eso deviene en corrupción.

- ¿Qué se puede esperar?
Los ingresos petroleros adicionales que le permitieron (al gobierno) con importaciones calmar a la sociedad y cubrir los costos de la destrucción para volver a tener la popularidad, se acabó en 2010. 

A partir de ese año comenzó a endeudarse.

Pero además empezó a atacar a los importadores tradicionales a cuenta de que eran agentes del imperialismo y cambió los proveedores que daban crédito y garantizaban una materia prima de calidad, por proveedores socios de países amigos.

Y la conducta del consumidor cambió. 

¿Recuerdan a Pacman? 

Era un juego de Atari que lo que salía (en pantalla) se lo comía. 

Hoy el consumidor compra lo que encuentra.

Va a haber hambruna porque no vamos a tener qué comer. 

Por eso digo que vamos a vivir un momento como el que se experimentó durante la caída de la II República.


- ¿Cómo se revierte esta situación?

- Con una palabra: confianza. Mientras no se cambie la orientación del gobierno, la escasez llegó para quedarse. 

Necesitas confianza en la cadena de valor, en el importador, en la industria, en el mayorista, en el detallista, para que cuando a él le sobre un bolívar empiece a hacer inventarios.Del lado del consumidor pasa igual. 

Hay que generar confianza para que deje de comportarse como Pacman, que si le sobran dos bolívares compra cualquier cosa que ve.


- ¿Cómo se genera confianza?

- En el caso del sector empresarial dándole seguridad jurídica, seguridad personal a las operaciones. 

En el caso del consumidor la confianza la genera con una sobreoferta.

Ese proceso de llenar nuevamente los canales y de generar la sobreoferta para que se calme el consumidor, no tarda menos de 18 a 24 meses, desde el momento en que se empieza a generar confianza.

Aquí viene hambre y tienes que pasar hambre. No te puedes resistir al cambio. No lo puedes evitar. 

Ya pasamos el borderline de que podemos mantener un estatus y estamos en un proceso de deterioro que ya es inevitable, así hoy haya un cambio de gobierno. 

Ya hoy, el gobierno solo, sea cual sea, no puede solventar el problema a corto plazo.

El cambio viene por confianza si se logra un acuerdo nacional entre el poder del Estado, sea Ejecutivo y la oposición en la Asamblea Nacional con el sector productivo y la academia para hacer una reorientación del proceso. 

Pero aún generando ese acuerdo, el Estado venezolano no le puede solventar el problema a la sociedad en los primeros 24 meses.


- ¿Qué conllevaría un acuerdo de esa naturaleza?

-Es ineludible negociar un programa de ayuda y asistencia alimentaria internacional y con quien más rápido lo podemos lograr y de forma más eficiente es con Colombia. 

Usted se para en San Antonio de puntillas y ve el supermercado Pomona que está al frente y ve todos los productos que nosotros necesitamos.

Más allá del problema alimentario, para nosotros es vital crear un acuerdo con Colombia para construir una Zona Especial Económica a nivel de la frontera. 

El problema del contrabando, de las migraciones, del desabastecimiento y de la inseguridad, no lo arreglamos si no existe ese acuerdo.

El problema de la soberanía alimentaria es que hay que comenzar a trabajar ya para que en el mediano y largo plazo haya sustentabilidad de la seguridad alimentaria. 

Pero aunque se comience a trabajar de inmediato no se puede garantizar la seguridad alimentaria para los próximos 36 meses, por eso es que necesitamos ayuda externa.


- ¿Habrá algún rubro que se verá particularmente afectado o es igual para todos?

-Se van a ver más afectados aquellos rubros que tienen un alto componente importado como pollos y cerdos que, a pesar de tener un alto componente de agregado nacional, se trata de una producción intensiva que depende del alimento concentrado que Venezuela no produce. 75% de la alimentación del pollo y el cerdo es alimento concentrado.

La leche en polvo es otro rubro impactado. 

El componente de insumos importados es de 45%.


-¿Cuánto queda de inventarios?

-No hay. No hay inventario porque lo que llega hoy se procesa hoy y se despacha hoy. 

Si me llega un puñito todos los días, un puñito despacho. 

No hay inventarios en la cadena de valor, lo grave es que ya empieza a haber escasez en el inventario de insumos, lo cual significa que se van a parar los puñitos.

Habrá inventarios cuando restablezcamos la confianza, pero no solo en la inversión nacional sino de los proveedores internacionales, porque el comercio internacional no puede trabajar sin crédito y ya Venezuela perdió el crédito por descrédito.

¿Por qué insisto en que necesitamos ayuda internacional? 

Porque en 2012 Venezuela importó 47.000 millones de dólares, de los cuales 15.000 millones fueron de alimentos. 

En 2013, las compras externas fueron de 13.000 millones de dólares en términos de alimentos y empezó a haber desabastecimiento. 

En 2014, Venezuela importó 8.000 millones de dólares en alimentos y empezando 2015 comenzó a presentarse la escasez. 

El año pasado Venezuela importó 8.000 millones de dólares y se agudizó la escasez.

En otras palabras, yo no me voy a comer lo que me comía en 2013, es verdad, pero para restablecer la normalidad yo debería importar este año unos 15.000 millones de dólares en alimentos e insumos, y hay presupuestados 8.000 millones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario