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24 abr 2016

Sequía e inflación disparan el precio del queso

El kilo de queso pasó en menos de una semana de costar mil 900 bolívares a más de dos mil 200. El impacto de la inflación y la falta de forraje, de concentrado para alimentar a las vacas, inyectan una presión en la producción.
Yasmin Ojeda   La Verdad

El litro a puerta de corral desde hace dos años superó la línea imaginaria del precio de regulación de la leche cruda. El rezago, las variaciones de precios de los insumos agropecuarios y la sequía, que encarece el alimento concentrado, catapultan las ventas por encima de 160 bolívares, desbordando los derivados. 
Y es que un kilo de queso pasó en menos de una semana de costar mil 900 bolívares a más de dos mil 200.
El impacto de la inflación y falta de forraje, de concentrado para alimentar a las vacas de ordeño, inyectan una presión en la producción de los quesos. 
Fegalago y Confagan advirtieron el desequilibrio por los elementos que perturban la oferta de leche. 
Armando Chacín, presidente de la Federación de Ganaderos de la Cuenca del Lago de Maracaibo, reconoció que hay un comportamiento de “especulación” en el precio de la leche, destacando que existen “graves” complicaciones para la continuación de la ganadería. 
Los precios de los insumos cambiando cada día y la escasez de bienes, medicamentos y materiales (repuestos, equipos, maquinaria) causan distorsiones en las estructuras de costo.
Desde Confagan, se alertó sobre los efectos de la destrucción de fincas y la ausencia de un plan de ataque a la sequía. 
Jorge Prado, vicepresidente, considera de "emergencia" la situación por lo que se deben revisar los problemas del sector.
En rezagos   
En abril de 2014, la Superintendencia de Precios Justos tanteó un valor que no superó los seis bolívares, estando en el mercado una fluctuación presionada por la inflación en los costos de producción y en bienes esenciales para la producción de la ganadería. 
Sobre los 12 bolívares, más del doble se movía la negociación, lo que encareció los derivados del lácteo.
En septiembre de ese año, el Gobierno ordenó un ajuste que escaló en las expectativas, frente a una movilización de precios en aumento. 
Solo que fue una aspiración reclamada a inicio de año, y en la que el rezago aplastó cualquier reanimo de recuperación. 
La política de control de precio determinó que la leche fría a puerta de fincas se vendiera a Bs. 13,65 el litro. 
Por mantenimiento de frío 0,75 céntimos más, y 0,4 céntimo para cada uno de los incentivos por grasa, calidad, tecnificación y plan sanitario. 
En total, la recepción del litro redondeó 16 bolívares con los estímulos por producción.

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