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19 abr 2015

Ahora se ha convertido en un "lujo" comer sardina en lata

Maria Beatriz Parilli   Ultima Hora Digital

La inflación sigue haciendo su efecto en los precios de productos alimenticios como la sardina en lata, que otrora era accesible a casi todos los venezolanos, pero ahora ha registrado una significativa alza en su precio, además de sumarse a la lista de rubros que no se encuentran con regularidad en el mercado.

“Antes se decía que la sardina en lata era comida de pobre, pero en la actualidad como que es de rico. Ha amentado bastante de precio, pero el problema está en que escasea. He visitado cuatro supermercados y no encuentro el producto”, dijo Alfredo Vásquez, habitante de Villa Araure.

La razón por la que los consumidores afirman que la sardina en lata está cara, es porque en menos de tres meses ha variado su precio en más de un 50%  e incluso hay variedades en las que el alza llega hasta un 60%, según manifestaron algunos comerciantes.

En una de las grandes cadenas de supermercados de Acarigua y Araure -en la que no se pudo consultar a los consumidores ni acceder a mayor información porque ahora “no está permitido”-, la única sardina en lata que se encontraba, era de la marca Maripiar en la presentación de 270 gramos. Su precio, 105 bolívares cuando hace unos meses costaba cerca de 60 bolívares.

En uno de los locales de Acarigua, tampoco hay variedad. Solo están despachando la sardina en lata Verifood a 79 bolívares la presentación de 270 gramos. Según uno de los encargados, se han hecho varios pedidos pero a la fecha ninguno de los proveedores los han surtido. “Se habla de que está por llegarnos el de la marca Oriente en 150 bolívares. Eso es un incremento de 100%”, aseguró.

En otro establecimiento, uno de los comerciantes indicó que tiene más de dos meses que no vende el producto porque no lo han surtido, mientras que algunos consumidores precisaban que la sardina en lata, al igual que el atún, escasea en el mercado, por lo que no lo compran desde hace tiempo.

“Ya es pecado hablar de eso. Los precios cada vez más elevados y el dinero no alcanza para comprar lo poco que se consigue. Si uno ve una lata de sardina, se lleva una, dos o cuando mucho tres, no como antes que podrías adquirir seis o más”, expresó José Eduardo Guerrero, habitante de Valle Arriba, en Araure.

Similar punto de vista tiene Rosario Frías, del centro de Acarigua, quien de forma tajante manifiesta que el producto “brilla por su ausencia” y que por los altos precios ha dejado de comprar sardina ahumada “que era la que me gustaba”, a lo que Yulimar López, del barrio Bolívar, destaca que a veces ni con los revendedores se consigue el rubro.

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