“No podemos seguir teniendo precio político para carne y leche”

Confagán insta a la SUNDDE a revisar y cotejar la determinación de precios para adecuarse a la realidad. Novillo en pie puesto en matadero ronda los 100 bolívares por kilo y la leche cruda puntea a 40 bolívares por litro.

 

Yasmin Ojeda    La Veerdad

Las estructuras de costos de producción no coinciden. La revisión del precio de la carne decretado por la SUNDDE y el expuesto por el sector primario tienen una amplia variación. Confagán pide a la superintendencia adecuar a la realidad del aumento de los insumos, los equipos y maquinarias y de gastos del personal. 

Con el incremento de salarios y de la unidad tributaria puntea el precio del novillo en pie a 100 bolívares por kilo y de leche cruda a 40 bolívares por litro.

Jorge Prado, vicepresidente de Confagán, insta al Ejecutivo a sincerar los precios porque “ya no hay novillos” y los efectos por inflación tienen inclinada la producción, con el futuro complicado por la llegada de la sequía por el fenómeno de El Niño.

“No podemos seguir teniendo en Venezuela precio político para carne y leche”, critica al mostrar la metodología de determinación de los precios que desde hace 10 años plantean al Ministerio de Agricultura y Tierras y que avala un consenso del sector primario para el cálculo. 

Debe tener un precio de sostenimiento para que pueda haber crecimiento y para que el productor pueda seguir en la actividad con margen de utilidad. Nunca hemos aspirado al 30 por ciento”.

Exhorta a la SUNDDE a cotejar el balance para demostrar la incidencia del costo de semovientes, 45 por ciento de representación en los costos de producción; suplementos alimenticios, 16 por ciento, y mano de obra, 10 por ciento. 

Recuerda que solo en fertilizantes -distribuidos por Agropatria, producidos en Venezuela- el precio de 85 bolívares se consigue en mil bolívares.

La propuesta de coordinación con el sector productor para establecer los precios pisa la desconfianza. 

Prado lamenta que “no tiene sentido que nos inviten a presentar la estructura de costo” ante una determinación oficial que omite comprobar los costos reales, “el aumento del 1 de febrero de salarios, los fertilizantes, el bono de alimentación”, precisa.

El análisis presenta semovientes, suplementación, sanidad animal, mano de obra, gastos de administración, infraestructura, depreciación de equipos, con una utilidad por debajo del 30 por ciento, que se ubica en 15 por ciento para la leche y entre 12 y 15 por ciento para la carne.