EL CAMPO VENEZOLANO



"SI EL CAMPO CRECE, TODO EL PAIS CRECE, SI AL CAMPO LE VA BIEN, A TODA VENEZUELA LE VA BIEN"

18 feb 2015

Comida Cara y Escasa

Venezuela necesita producir más alimentos para abastecer a la población.


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PEDRO E. PIÑATE B. |  EL UNIVERSAL

En 1996 la Cumbre Mundial sobre los Alimentos definió que la seguridad alimentaria existe cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana. 

También estableció cuatro dimensiones de la seguridad alimentaria: disponibilidad, acceso, estabilidad y utilización de los alimentos, que deben realizarse simultáneamente. En Venezuela de todas ellas hace más de un año adolecemos, pasando peligrosamente la inseguridad alimentaria de transitoria a crónica.

Mientras el país se mantiene en un limbo de atraso e incertidumbre por lo inadecuado de las políticas que rigen y la falta de planes y programas que impulsen la producción agroalimentaria. 

Venezuela necesita producir más alimentos para abastecer a la población, y disminuir la dependencia en agroimportaciones en vez de aumentarla que es contraproducente. 

El decrecimiento económico, la inflación y las devaluaciones aumentan la pobreza y cada día hay más gente hambrienta que alimentar.

Por otra parte la distorsión cambiaria afecta negativamente al sector agroalimentario, para desventaja de productores y consumidores. 

En el caso de los productores además de la competencia desleal de la importaciones al cambio Cencoex, se añade la fijación de precios controlados iguales para la producción nacional que la importada y a pesar de sus diferentes estructuras de costos y la enorme ventaja de márgenes que entonces logran los productos importados y los importadores. 

Para los consumidores, esto se traduce que elevados precios al detal estén controlados o no, que no se compaginan con los bajos costos subsidiados de importación ni de los mayores no reconocidos de la producción nacional.

En estas condiciones la comida del venezolano no mejora aun manteniendo las agroimportaciones al cambio de 6,30 Bs./US$. 

Las políticas de controles y de puertos fracasaron para alimentar el país y no deben continuar. 

Por insistir en ellas, en Venezuela cada día la comida es más cara y escasa. 

Así la inflación de alimentos seguirá en tres dígitos como en 2014, sin incluir el impacto del aumento que amenazan de la gasolina.

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