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25 sept 2014

La industria está obligada a comprar la cosecha nacional

María Beatriz Parilli   Ultima Hora Digital

La exigencia de las empresas procesadoras en cuanto a que sean incrementados los precios del kilo de arroz al consumidor y la harina precocida de maíz, ante la incapacidad de comprar la cosecha nacional de cereales -cuyos montos fueron recientemente ajustados-, encendió las alarmas en el sector agrícola, ya de por sí preocupado porque los aumentos en el valor de la materia prima son “insuficientes” para cubrir los costos de producción en el campo.

La industria procesadora de arroz ha solicitado que el kilo del rubro a nivel del consumidor sea elevado a 34,75 bolívares, mientras que las empresas que elaboran harina precocida, piden que el producto sea fijado en por lo menos 24,50 bolívares. 

Ambos sectores justifican la petición, en el alza que sufrió la materia prima, que en el caso del arroz paddy se ubica en 244% y la del maíz blanco llegó a un 218%.

Para las plantas procesadoras es complicado adquirir la materia prima si no se ajustan los precios de los productos terminados. 

Sin embargo, Carlos Albornoz, vicepresidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), recordó que la agroindustria está en la obligación de comprar la cosecha nacional y ajustarse a las “reglas del juego”.

Los productores tienen una mala experiencia, porque hace unos años se vivió una situación parecida y luego de que habían arrimado la cosecha a la agroindustria, ésta le manifestó la “imposibilidad” de comprarles la materia prima, que ya estaban procesando, y que terminó cancelando seis meses más tarde.

Albornoz recordó ese episodio, esperando que no se repita. “Ambos sectores, tanto el industrial como el primario, vivimos en estos momentos una situación compleja. Lo sensato es que nos apoyemos entre todos. 

Los agricultores seguiremos insistiendo en que los precios de nuestras cosechas de maíz y arroz sean ajustadas a un precio que nos genere rentabilidad, y las empresas deben luchar porque sus productos sean ajustados, pero sin afectarnos a nosotros”, dijo.

Con la leche, la situación es similar. Los ganaderos alertaron que el aumento de precio no les genera rentabilidad y desde la industria procesadora del rubro, se asegura que no se percibe ningún beneficio con el ajuste también aprobado a la leche pasteurizada, ya que está apenas 15% por encima del valor de la materia prima.

Política pública 

El también vicepresidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), no entiende “a qué está jugando el Gobierno” al negar el precio sugerido por los productores y la agroindustria, “haciendo creer que los aumentos decretados son rentables, y tratar de dejarnos a nosotros como las personas que intentamos explotar al pueblo”.

Carlos Albornoz sostuvo que la fijación de precios por debajo de los costos de producción, se ha convertido en una “política pública” sin incentivo para los agricultores que “cada día están más golpeados y debilitados, dentro de lo que pareciera ser un plan de sometimiento de la población, con todos estos temas que pasan a nivel agroalimentario, acompañado de los fulanos captahuellas y los controles absorbentes y traídos de los pelos, que le están haciendo un gran daño a la población”.

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