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29 jul 2014

Temen muertes de 200 mil reses en Zulia

El promedio de bajas anuales en la entidad no supera el cinco por ciento; a consecuencia del verano advierten una incidencia de 10 por ciento. Fegalago adelantó una cifra hace un mes y Confagán alerta del aumento del indicador por efectos de la sequía.

Yasmín Ojeda  La Verdad

Son dos años de un verano extendido. En 2013 las lluvias fueron escasas. En las unidades de producción ganadera esperaban el invierno para recuperarse de nueve meses de sequía. El cambio climático se impuso. Los efectos en las zonas de rubros agrícolas y pastizales se mantienen. Los gremios agropecuarios temen un fin de año con aumento y que haya 200 mil cabezas muertas en el Zulia.
El promedio de mortalidad entre los animales de leche y carne no supera el cinco por ciento en condiciones normales. Las enfermedades y el descuido en el control sanitario son algunas de las causas de muerte. Pero este año se suma una razón más.
Confagán estima un repunte de 10 por ciento por los impactos de la sequía en dos millones de bovinos que hay en el estado, cifra que apunta a la producción de carne y leche, en su mayoría en Perijá y el Sur del Lago.
Armando Chacín, presidente de Fegalago, adelantó una aproximación de entre 14 mil y 16 mil cabezas muertas hasta junio. Con datos de sus agremiados afirmó que había predios con promedio de entre 20 y 50 cabezas en baja en los tres últimos meses.
Confagán-Zulia señala que hay una acelerada en pequeñas unidades. Jorge Prado, director, explica que las bajas suceden porque la res se “inmunodeprime. No es que el animal se muere por la sequía, es que se afecta su sistema y hasta por la picada de garrapatas se puede morir”. Al verse disminuido el sistema inmunitario, es fácil contraer virus y morir.
El sector agropecuario ya propuso planes para responder a la complicación que ocasiona la sequía: dotar de paja y subproductos para sustituir la escasez de alimentos concentrados y un plan de importación de maíz a dos meses, mientras se recuperan los cultivos de pasto.
Descartan, de momento, un plan de inseminación en las zonas afectadas. “Las vacas afectadas no son fértiles para inseminar. Hay que esperar a que tengan las condiciones corporales porque inmunodeprimidas no entran en celo”, precisa Prado.

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