EL CAMPO VENEZOLANO



"SI EL CAMPO CRECE, TODO EL PAIS CRECE, SI AL CAMPO LE VA BIEN, A TODA VENEZUELA LE VA BIEN"

7 jul 2014

Cinco años tardaría recuperar la producción tras la sequía


Miranda, Santa Rita y Cabimas tienen tierras áridas donde el jagüey es desierto y aunque lleguen las lluvias el "problema" continuará. Aganorla pide un plan de acciones con rutas de camiones cisternas, donación de pasto y medicamentos para reses.

Yasmin Ojeda   La Verdad

“Se agudizó mucho el problema”. Los productores “no tienen opciones” ante la falta de agua. Mueren reses. Las vacas de leche “débiles y con pérdida de peso” son las primeras en salir a matadero. El efecto verano golpea: 40 por ciento del rebaño de los municipios San Rita, Cabimas y Miranda reportan “emergencia”, adelanta la Asociación de Ganaderos de la Costa Nororiental del Lago (Aganorla). Son tierras áridas donde se seca el jagüey y lagunas.
Larry Fernández, vicepresidente de Aganorla, advierte que hay vacunos, caprinos y caballos impactados. La “preocupación” aumenta por la venta de becerros a mitad de precio para recuperar la inversión. “Pero nadie está comprando porque todos están con la misma crisis”. Lo que deja escenario para los contrabandistas que revenden a Colombia los animales.
La cadena de complicaciones cerca la producción de carne y leche. El alimento concentrado escasea. El Ministerio de Agricultura y Tierras dotó cinco mil kilos, pero “no es suficientes” porque la “crisis es generalizada”. Aganorla entregó pacas de pasto a pequeñas unidades. Sólo lograron paliar la falta de comida que a la semana continuó.
Carencias
Fernández explica que aunque llegaran las lluvias, la “tragedia” seguirá. Es necesario atender con un plan inmediato de acciones oficiales. “No es cosa de dinero”. Y de tenerlo, faltarían hasta las divisas para importar semillas de pastos y demás insumos. En Venezuela no existe suficiente y a precios accesibles.
A los animales hay que darles un tratamiento vitamínico, calcio y fósforo para recuperar su condición física maltratada por la falta de alimentos y agua. Tardaría volver al ritmo de preñez de novillas para el ganado de engorde y leche. Lograr el levante de la res implica tiempo, dedicación e materias primas a tiempo.
Por eso piden al Gobierno nacional “amparo”. Hay “emergencia” en las fincas. Una ruta de camiones cisternas de agua y pasto iniciaría un frente con la “merma” del ganado.
El directivo señala que se necesitan cinco años para frenar los efectos de dos años de verano, pérdida de genética y “esfuerzo” en tener ganadería de calidad. Las vacas de leche son “más delicadas” y ameritan una respuesta rápida. Se están “descalcificando y mueren”.
 “Esto es emergencia. Cuando se te muere una vaca es como si se muriera un familiar que quieren y has visto crecer”.
Larry Fernández, directivo de Aganorla.

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