EL CAMPO VENEZOLANO



"SI EL CAMPO CRECE, TODO EL PAIS CRECE, SI AL CAMPO LE VA BIEN, A TODA VENEZUELA LE VA BIEN"

15 abr 2014

MEDICINA VETERINARIA PREVENTIVA


JULIÁN CASTRO MARRERO

La política de los servicios de salud animal debería orientarse de forma que proporcione una contribución efectiva al desarrollo global del país, con el objeto de mejorar el nivel de vida de sus habitantes; para lo cual es necesario obtener el necesario apoyo político, económico y público.

En esa conceptuación, la atención sanitaria veterinaria, privada y oficial, orienta sus acciones a dar apoyo a la construcción de un perfil de salud animal acorde con las exigencias de la seguridad alimentaría, la salud pública, el comercio pecuario internacional y el trato adecuado de los animales.

La administración de la salud animal de un país demanda un eficiente  mecanismo sistematizado de vigilancia epidemiológica, como base fundamental de sus programas sanitarios, servicios cuarentenarios y planes de emergencias.

 La vigilancia epidemiológica es la observación y análisis de la ocurrencia de las enfermedades, de su distribución y de los factores de su determinación y control, para la toma de decisiones. Constituye un sistema dinámico que se utiliza para observar de cerca y en forma permanente los aspectos de la conducta y las variables condicionantes al proceso salud-enfermedad. Mediante la identificación de los hechos, la recolección, análisis e interpretación sistemática de los datos, la distribución de los resultados y de las recomendaciones para la acción.

En Venezuela, dentro de la organización de los Servicios de Sanidad Animal del Ministerio de Agricultura y Cría, con la cooperación de la Organización Panamericana  de la Salud, se introdujo en 1973 un sistema de notificación semanal para enfermedades vesiculares (Castro.) posteriormente extendido a encefalitis equina, cólera porcino y rabia bovina, también en ese mismo año se colocó en practica el uso de las coordenadas geográficas para la ubicación de los focos de la enfermedades de los animales que se registraban(Castro, J.). 

Para 1976 es elaborado e implantado un sistema de información y vigilancia epidemiológica para el servicio de sanidad animal (Alvarez, E. Castro, J., Rusian, L.) y en 1985 es diseñado e instrumentado un Proyecto de Creación de las Unidades Estatales de Epidemiología para la Dirección de Sanidad Animal (Castro, J.).

Esa organización de la vigilancia epidemiológica amerita ser constantemente actualizada en su orientación, dotación de equipos e inclusión y formación de personal. Para lo cual hay que leer el acontecer diario en el sector pecuario nacional e internacional. 

Lectura esta constante del entorno que permita dar respuesta a las necesidades identificadas. En este marco se identifica en la actualidad la necesidad de revisar en el país el funcionamiento de las Unidades de Epidemiología de nuestro de Servicio de Sanidad Agropecuaria. Ya que por la dinámica propia de las instituciones ha ocurrido la salida de personal especializado y no se están formando los sustitutos.

Es valida y oportuna la reflexión,  para llamar la atención en el sentido de adelantar acciones para que nuevamente, con el apoyo de las Facultades de Ciencias Veterinarias, se formen  Médicos Veterinarios especialistas en Medicina Veterinaria Preventiva,  que asuman la conducción de los sistemas de vigilancia  epidemiológica que dan soporte a la salud animal de la nación.

Por otra parte, la nueva definición de los Servicios de Sanidad Animal hace hincapié en la importante función que tiene el sector privado en la prestación de servicios, sobre todo en lo referente a la vigilancia de las enfermedades animales y a la puesta en práctica de las medidas sanitarias para su prevención, control y erradicación. 

De ahí que estas actividades necesariamente tienen que contar con una nutrida participación social, asunto que ha marcado a los programas exitosos que se observan en la actualidad en América del Sur.

Dentro de los mecanismos de evaluación de los servicios y programas sanitarios existe uno muy valido y sencillo, que es observar lo que están haciendo los que en nuestra región son exitosos.

Hay una constante en los servicios de sanidad animal que muestran una mayor eficiencia, y es el hecho de disponer de una plantilla técnica formada dentro de su seno y que va pasando sus experiencias de generación en generación, lógico con inclusiones de directivos y de personal reclutado con credenciales acordes con sus funciones.

Es fundamental identificar el funcionamiento de esas organizaciones y los resultados que obtienen, y comparar con nuestros componentes programáticos, como estos se vienen desarrollando y su eficiencia. Veamos un ejemplo esquematizado.
  
ACTUALIZACIÓN DE LOS SERVICIOS DE SANIDAD ANIMAL

ESTRATEGIAS A REVISAR:


CAPACITACIÓN
PARTICIPACIÓN SECTOR PRIVADO.
VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA.
SISTEMA DE REMUNERACIÓN.                                                                     
PROGRAMAS SANITARIOS.
ARTICULACIÓN INTERNACIONAL.
DESCENTRALIZACIÓN.
PLANIFICACIÓN
MEDIR ACTUACIÓN DE SERVICIOS EXITOSOS                                                     
FORMACIÓN PERMANENTE DE PERSONAL TÉCNICO.
ANALISIS
PARTICIPACIÓN SOCIAL.                                                                                     
INTRODUCCIÓN  DE CAMBIOS
ACTUALIZACIÓN DE UNIDADES DE EPIDEMIOLÓGIA
REMUNERACIÓN POR PRIMAS SEGÚN RANGO ACADEMICO.                                              
ACTUALIZACIÓN DE PROGRAMAS SANITARIOS.
INTEGRACIÓN SUBREGIONAL Y REGIONAL.
DESARROLLO LOCAL.
ARTICULACIÓN INTER-INSITUCIONAL.

  
Comentemos algunos de los cambios colocados en el esquema anterior.

 La formación constante de personal técnico es fundamental, ya que es una materia especializada, que en pregrado no se ve en profundidad; y existe la factibilidad de instruir profesionales ya sea a través de las agencias de cooperación internacional, pasantias en servicios de otros países o en postgrado de las universidades.

Hay que tener en consideración, que los diferentes  países han ajustado la organización de sus servicios de atención veterinaria teniendo como base, entre otros, los siguientes puntos: el desarrollo local como base de la planificación, la descentralización técnica y administrativa, la participación social, el fortalecimiento de la estructura de campo y laboratorio, automatización de los servicios, acceso a Internet, actualización de las bases legales, articulación Interinstitucional con organismos del sector y los gobiernos regional y local, creación de una unidad de asuntos internacionales y análisis de riesgo, capacitación continua del personal, gestión de calidad del servicio y apuntalar sus  convenios sanitarios de frontera y la integración subregional y regional.

 El proceso de atención zoosanitaria por su naturaleza debe ser descentralizado técnica y administrativamente en el manejo de los recursos y en sus mecanismos tácticos y operativos. Se fortalece así la toma de decisiones en la jurisdicción donde los hechos ocurren, es generada la información y se demanda oportuna capacidad de reaccionar.

Las dependencias oficiales tienen que protagonizar la conducción del fortalecimiento regional y local, al crear un tejido social de sustentación para que los recursos manejados descentralizadamente influyan positivamente en la calidad de gestión.

Al crear espacios de participación y concertación, se aumenta la capacidad de respuesta de los servicios, y simultáneamente se estimula el incremento de la incorporación de los productores y de diversos segmentos de la sociedad vinculados a la pecuaria.

La intersectorialidad e integración con otros programas y proyectos que estén en ejecución es una estrategia importante para complementar acciones y maximizar el aprovechamiento de los recursos humanos y materiales disponibles.

Articulación que lleva a incorporar a las representaciones técnico-administrativas de instituciones de otros sectores, como son investigación pecuaria, educación básica, media y superior, medio ambiente, policía, fuerzas armadas, gobernaciones y alcaldías.

Siendo primordial la presencia de colegios de profesionales, especialmente de médicos veterinarios, asociaciones de ganaderos y organizaciones de otros segmentos de la cadena productiva animal.

Como son frigoríficos, industrias procesadoras de carne, de la leche, del cuero, de la farmacéutica veterinaria, productores de alimentos para animales, transportistas y comercializadores de animales.  

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