El recrudecimiento del abigeato, que Venezuela perdiese su condición de
libre de aftosa, la escasez de insumos biológicos y la ausencia de estadísticas
de producción de carne y leche, son parte de las consecuencias que reciente en
sector pecuario, tras haberse apartado a la Federación de Ganaderos de
Venezuela (Fedenaga) del manejo de la logística en esta área.
“Fue un error del Gobierno, el hecho de habernos desplazado del manejo de la logística del sector ganadero. Antes el abigeato estaba controlado pero ahora se ha recrudecido, luego de tener una sanidad eficiente perdimos la condición de estas libres de aftosa, hay escasez de biológicos, se controlaba el tráfico de ganado y teníamos estadísticas de la producción”, dijo Rubén Darío Barboza, presidente de Fedenaga.
Las consecuencias de habérsele arrebatado terreno a Fedenaga, está en la caída de la producción de carne y leche, y el progresivo aumento de las importaciones, según indicó el titular de los ganaderos, quien aprueba que el Gobierno se haya acercado de nuevo a la organización, en función de impulsar al sector.
Barboza destacó que el hecho de que haya algunos ganaderos con simpatías políticas, no hace de Fedenaga una institución con un rol político. “Nuestra labor es producir como lo hemos podido ir demostrando en las últimas reuniones en las que hemos sugerido una serie de proyectos al Ejecutivo, que es el único que puede definir a corto, mediano y largo plazo, las políticas que garanticen el autoabastecimiento de alimentos”, apuntó.
Aunque para el titular del gremio es importante la conciliación, señaló que “con violencia y con hambre no se consigue el sendero de la paz”, por lo que considera que lo primero que se le debe garantizar al sector, es la seguridad personal y jurídica así como la estabilidad económica, puesto que “nunca nadie va a producir a riesgo de su vida o sus bienes”.
Del acuerdo entre el sector productivo y el Gobierno, es más beneficiado es el pueblo, que actualmente se ve afectado por el problema social, político y económico que existe en Venezuela, de acuerdo con lo afirmado por el presidente de Fedenaga.
“Este es un Gobierno cuya inversión social es altísima, pero la inversión en el área productiva es casi nula, lo cual genera un desempleo que crece como la escasez y la pobreza. ¿Cómo se corrige eso? estimulando la producción por medio del sector público y privado”, apuntó.
Indefensión
Rubén Darío Barboza confía en que se le pueda hacer frente al contrabando de extracción, vía por la cual “se escapa el grueso de los alimentos comprados o importados a divisas preferenciales y que no llegan al destino final que es el estrato más pobre de la sociedad, sino que van a engrosar el bolsillo de los traficantes”.
Estas prácticas, según el presidente de Fedenaga, ha traído como consecuencia el surgimiento de una nueva clase social: los “bachaqueros”, cuyo trabajo es hacer cola para comprar los alimentos y venderlos a los contrabandistas. “Definitivamente, la devaluación de la moneda nos ha dejado en estado de indefensión, porque todos vienen a comprar aquí que es más barato”, acotó.
“Fue un error del Gobierno, el hecho de habernos desplazado del manejo de la logística del sector ganadero. Antes el abigeato estaba controlado pero ahora se ha recrudecido, luego de tener una sanidad eficiente perdimos la condición de estas libres de aftosa, hay escasez de biológicos, se controlaba el tráfico de ganado y teníamos estadísticas de la producción”, dijo Rubén Darío Barboza, presidente de Fedenaga.
Las consecuencias de habérsele arrebatado terreno a Fedenaga, está en la caída de la producción de carne y leche, y el progresivo aumento de las importaciones, según indicó el titular de los ganaderos, quien aprueba que el Gobierno se haya acercado de nuevo a la organización, en función de impulsar al sector.
Barboza destacó que el hecho de que haya algunos ganaderos con simpatías políticas, no hace de Fedenaga una institución con un rol político. “Nuestra labor es producir como lo hemos podido ir demostrando en las últimas reuniones en las que hemos sugerido una serie de proyectos al Ejecutivo, que es el único que puede definir a corto, mediano y largo plazo, las políticas que garanticen el autoabastecimiento de alimentos”, apuntó.
Aunque para el titular del gremio es importante la conciliación, señaló que “con violencia y con hambre no se consigue el sendero de la paz”, por lo que considera que lo primero que se le debe garantizar al sector, es la seguridad personal y jurídica así como la estabilidad económica, puesto que “nunca nadie va a producir a riesgo de su vida o sus bienes”.
Del acuerdo entre el sector productivo y el Gobierno, es más beneficiado es el pueblo, que actualmente se ve afectado por el problema social, político y económico que existe en Venezuela, de acuerdo con lo afirmado por el presidente de Fedenaga.
“Este es un Gobierno cuya inversión social es altísima, pero la inversión en el área productiva es casi nula, lo cual genera un desempleo que crece como la escasez y la pobreza. ¿Cómo se corrige eso? estimulando la producción por medio del sector público y privado”, apuntó.
Indefensión
Rubén Darío Barboza confía en que se le pueda hacer frente al contrabando de extracción, vía por la cual “se escapa el grueso de los alimentos comprados o importados a divisas preferenciales y que no llegan al destino final que es el estrato más pobre de la sociedad, sino que van a engrosar el bolsillo de los traficantes”.
Estas prácticas, según el presidente de Fedenaga, ha traído como consecuencia el surgimiento de una nueva clase social: los “bachaqueros”, cuyo trabajo es hacer cola para comprar los alimentos y venderlos a los contrabandistas. “Definitivamente, la devaluación de la moneda nos ha dejado en estado de indefensión, porque todos vienen a comprar aquí que es más barato”, acotó.
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