EL CAMPO VENEZOLANO



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17 feb 2014

Gobierno reconoce que hay empresas estatizadas que no han sido exitosas

Elías Jaua, canciller de la República, propone incrementar capacidad de producción de cemento y cabilla.

Insistió en crear nuevas empresas socialistas
José Gregorio Martínez  El Mundo
La tesis de que las empresas expropiadas son improductivas fue admitida a medias por el propio Gobierno, cuando Elías Jaua, Canciller de la República, reconoció que “algunas empresas recuperadas no han tenido éxito” en términos de productividad; sin embargo, aseguró que el tiempo demostrará que la nacionalización fue la decisión correcta.

En el marco del primer encuentro del Mercado del Sur (Mercosur) Obrero, realizado el viernes desde el Complejo Siderúrgico Nacional, ubicado en La Yaguara, Elías Jaua aseguró que las empresas nacionalizadas tuvieron que ser “recuperadas” por el Estado porque “los capitalistas las habían llevado a la quiebra ”. 

Ante el mea culpa del ministro de Relaciones Exteriores, El Mundo Economía & Negocios trató de indagar en algunos ejemplos de bajo éxito de las empresas expropiadas, preguntándole a Elías Jaua si se refería a las empresas de cemento y cabilla, dado que el Banco Central de Venezuela (BCV) argumenta que la contracción en el sector construcción se debe a “fallas en la distribución de insumos básicos (cemento y acero)”, pero su respuesta fue evasiva. 

“No es que hay fallas en la distribución. Fíjate qué pasa, hay que comprender y leer bien los informes del Banco Central. Hay una expansión del consumo. Nunca en Venezuela se habían construido 300.000 a 400.000 viviendas por año. El capitalismo, que hasta hace pocos años tuvo esas empresas de cabilla, de cemento, de materiales para la construcción, estaba destinado a la edificación de viviendas para una élite y para la construcción de centros comerciales”. 

Jaua subrayó que el sector privado nunca pensó en desarrollar un aparato productivo para construir 3.000.000 de viviendas “para que el pueblo no siga viviendo en los cerros y en las quebradas” y, admitiendo dificultades, indicó que el Gobierno trabajará para mejorar la producción. 

“Nos toca ahora, con la precaria plataforma que el capitalismo dejó en Venezuela, lograr satisfacer esa demanda, incrementar la capacidad de producción de las empresas recuperadas y crear nuevas empresas bajo el control del Estado socialista”. 

En el tercer trimestre de 2013, el BCV registró una contracción de -3,2% en la construcción, como consecuencia de la menor ejecución de las obras demandadas por el sector público (-2,0%), principalmente en las de carácter no residencial, ya que en las soluciones habitacionales ejecutadas a través de la Gran Misión Vivienda Venezuela hubo un crecimiento  de +5,8%.

En el primero y segundo trimestre del año pasado también cayó la construcción -1,2% y - 6,0%, respectivamente. La particularidad de los dos primeros trimestres gira en torno a una aceleración del sector privado de 6,7% y 0,7%, respectivamente; mientras que hubo una merma en el sector público de -2,9% y -7,9%. 

Paradójicamente, el avance del sector privado se debió a la “ejecución de obras no residenciales, tales como centros comerciales, complejos industriales y oficinas”, mientras que las cifras negativas para el sector público estuvieron asociadas a una menor ejecución de obras a través de la Gran Misión Vivienda, debido al “menor suministro de insumos básicos (cemento y acero)”, según precisa el BCV.

Aquiles Martini, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, recuerda que prácticamente toda la producción de cemento y cabilla está en manos del Estado. “En lo que respecta a cabilla, el Gobierno es dueño de Sidor e intervino todas las empresas, solo quedó una fábrica en Maracaibo. Con el cemento sucede lo mismo. Todas las cementeras fueron estatizadas y solo queda una en Táchira y otra en Zulia, que están paralizadas por falta de insumos”.

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