El Estado eleva su importación y resta divisas al sector privado

Caída en producción de empresas públicas eleva la dependencia en la renta petrolera.

VÍCTOR SALMERÓN |  EL UNIVERSAL

Las empresas del sector privado sufren a un competidor muy fuerte que a paso firme incrementa el consumo de petrodólares y las obliga a una dolorosa dieta de divisas: el Estado.

Las estadísticas oficiales registran que al cierre del tercer trimestre de este año el ala pública de la economía ha realizado 43% de las importaciones, tras comprar en el exterior bienes por un monto de 16 mil 792 millones de dólares, mientras que en 1999 tan solo llevaba a cabo 11% de las importaciones.

El incremento puede resultar lógico en un contexto donde la petrochequera ha financiado expropiaciones, estatizaciones, financiamiento de proyectos y empresas mixtas con países aliados para expandir el rol del Estado, de hecho, el Gobierno ya controla todas las compañías cementeras, las empresas eléctricas, miles de hectáreas de fincas emblemáticas, la Corporación Venezolana de Guayana y todas las piezas bancarias conforman al principal grupo financiero del país.

Pero también hay que considerar que el sueño de crear una frondosa pradera de empresas públicas boyantes y rentables ha fracasado y la caída de la producción obliga a elevar las importaciones.

El balance

Los números rojos mandan. El informe elaborado por el Banco Central desnuda que al contrastar el tercer trimestre de este año con el mismo lapso de 2012 la producción de la manufactura pública, en conjunto, registra un severo retroceso de 13,5% producto de caídas en la mayoría de las compañías que se desenvuelven en el área de metales, cemento, químicos y alimentos. 

El sector de metales comunes se desploma 14,8% gracias al desmoronamiento de 70,2% en la producción de briquetadoras; de 17,3% en Sidor, 6,9% en Bauxilum (alúmina) y 5,9% en Alcasa. 

La fabricación de alimentos y bebidas, un sector clave para aumentar la oferta y frenar el incesante incremento de los precios en supermercados y abastos es desalentadora y sufre un declive de 11,8%. 

Las empresas públicas se desenvuelven en un entorno adverso con controles de precios que impactan la rentabilidad, problemas laborales que llevan a la paralización de actividades como en Sidor y, en algunos casos, falta de divisas para importar materia prima. 

Otro elemento a tomar en cuenta es lo que analistas denominan restricción presupuestaria débil, es decir, como el Estado cubre las pérdidas por el ingreso que obtiene a través del cobro de impuestos y la renta petrolera, hay pocos incentivos para reducir costos, colocar precios que permitan rentabilidad y no aumentar velozmente el número de trabajadores. 

El fracaso en la Corporación Venezolana de Guayana tiene consecuencias relevantes porque la producción de sus empresas constituía más de la mitad de las exportaciones no petroleras del país, por lo tanto, ha ocurrido un proceso donde el barril prácticamente se ha convertido en la única fuente de divisas, aportando 96 de cada 100 dólares.

Menos para ti

En un contexto donde la producción petrolera no aumenta, el precio del barril se mantiene estable y un dólar artificialmente barato dispara las solicitudes de divisas, el Gobierno optó por reducirle los dólares al sector privado.

El resultado es que al contrastar las importaciones realizadas por las compañías privadas durante los tres primeros trimestres de este año con el mismo lapso de 2012 surge un descenso de 13%.

Todo indica a que en 2014 el Gobierno mantendrá costas las riendas de los dólares. El vicepresidente para el Area Económica, Rafael Ramírez, ha precisado que ya no se asignarán divisas a través de una aprobación general sino mediante un presupuesto estricto y después de crear un nuevo registro de importadores a fin de sacar del sistema a las empresas de maletín.