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18 nov 2013

“Sin maquinaria, ni repuestos no podemos producir alimentos”


Aquiles Hopking, de Fedeagro, afirmó que los productores se han convertido en mecánicos.

Los productores dicen que no pueden volver a trabajar con bueyes ni a sembrar como lo hacían los abuelos
KATIUSKA HERNÁNDEZ   el nacional

Los productores agrícolas se han convertido en mecánicos para remendar los pocos tractores, cosechadoras y maquinarias que tienen más de 12 años de vida útil y están sin repuestos. Cada vez que llega la época de siembra o de cosecha se las ingenian para arreglar la maquinaria ante la falta de repuestos y equipos nuevos en el mercado. “Sin maquinaria, ni repuestos no podemos producir más alimentos”, expresó Aquiles Hopking, productor de cereales y vicepresidente de Fedeagro.
Relató que hay agricultores que tienen tres tractores de los cuales solo dos, y a veces uno, están operativos y los demás se usan para quitarles las piezas y “remendar” los equipos que aún quedan operativos. “No tener un tractor o una cosechadora es como que un ama de casa no tenga ollas, ni sartenes para cocinar”, comparó.
Desde hace varios años el Ejecutivo restringe las importaciones de tractores nuevos a las empresas y comercializadoras tradicionales privadas, debido a que ha pretendido sustituirlos por equipos de Irán, Bielorrusia, China y Argentina. Sin embargo, los programas no han sido efectivos y son pocos los tractores que se consiguen en el mercado fabricados por el gobierno y sus empresas.
Hopking recordó que Fedeagro hizo una propuesta para traer 4.800 tractores cada año por un período de 5 años consecutivos para renovar toda la maquinaria agrícola. La propuesta requería una inversión de 614 millones de dólares anuales y abarcaban los tractores, más los implementos y equipos agrícolas y los repuestos para la maquinaria nueva y piezas de reposición. No obstante, el programa no se ha llevado a cabo.
“Más de 65% del parque de maquinaria ya cumplió su vida útil. La demanda de repuestos es mucho mayor y se encarecen los costos de producción”.
Ruben Llovera es otro de los productores que sufre las consecuencias de la falta de repuestos. Es agricultor de maíz del estado Guárico y contó que trabajan con pocas maquinarias porque hay escasez de repuestos y tractores. “Eso ha sido muy cuesta arriba, aparte de la escasez y el alto costo de los repuestos. Hoy lo compras a un precio y mañana cuesta el doble”, dijo.

Explicó que desde que comienzan las labores de nivelación de la tierra hasta la siembra, el mantenimiento y la cosecha, pasa el tiempo buscando equipos, repuestos y maquinaria para trabajar. “Los tractores ya tienen más de 10 años de vida y no se consiguen nuevos. Esto hace que se invierte más en mano de obra y en repuestos para no quedarse accidentado en plena época de cosecha”, indicó.
“No podemos volver a trabajar con bueyes ni a sembrar como lo hacían los abuelos, con las manos. Tenemos que avanzar y utilizar la tecnología y hacer un esfuerzo para ir a la siembra directa, pero sin equipos no podemos", recalcó.
 
Pocas importaciones

“En el último año si acaso se ha otorgado 5% de divisas para importar repuestos y equipos agrícolas”, expresó Aquiles Hopking. Sostuvo que la falta de piezas y equipos y las restricciones para importarlas ha generado una inflación desmedida en los repuestos, que han subido hasta cinco veces.
Agregó que hace dos años contaban con fluidez en el otorgamiento de divisas de Cadivi, las comercializadoras de repuestos traían los equipos y otras empresas acudían al Sitme. “Son pocas las compañías que tienen acceso actualmente a las importaciones”, dijo. Detalló que un tractor nuevo de 130 caballos está aproximadamente en 700.000 bolívares y solo los 4 cauchos cuestan 120.000 bolívares. En el caso de una cosechadora el precio promedio puede llegar a 2,1 millones de bolívares y una sembradora en 500.000 bolívares.
El vicepresidente de Fedeagro reconoció que el gobierno entregó a finales de septiembre licencias para importar 2.000 tractores, a empresas privadas, pero la semana pasada fue cuando se pudo cargar en Cadivi la solicitud de adquisición de divisas, por lo que estos equipos llegarán, pero para la próxima cosecha.
 
Negocios con pocos frutos

La escasez de maquinaria contrasta con los negocios que ha hecho el gobierno para instalar fábricas de tractores en Venezuela de Bielorrusia, Irán y Argentina. Precisamente de Argentina, la fábrica de tractores Pauny de Venezuela duró más de dos años paralizada y apenas arrancó a mediados del año pasado. El Ministerio de Industria en una inspección a la fábrica en El Sombrero, estado Guárico, afirmó que ensamblan 48 tractores mensuales.
La meta de Pauny era colocar en el mercado venezolano 500 tractores en 2012. Un informe de la Administración Federal de Ingresos Públicos de Argentina, organismo tributario y aduanero, divulgado por el sitio Valor Soja, indica que en los primeros meses de 2013 las exportaciones argentinas declaradas de tractores sumaron 240, de los cuales 216 valorados en 18,6 millones de dólares, fueron comercializados por Pauny a Venezuela. En los primeros 10 meses de 2012 la firma había declarado ventas al mercado nacional por 382 unidades, que sumaron 31,1 millones de dólares según la AFIP, lo que implica que las ventas a Venezuela se redujeron 40,19% en valor y retrocedieron 43,4% en volumen exportado. 

El Fondo Chino sin tractores

Los negocios fraudulentos con el Fondo Chino que destinaron 84 millones de dólares a 2 empresas fantasmas –la sociedad Bismarck Consorcio Trading Corp y la compañía anónima Kelora–, transacción que investiga la Fiscalía, para traer maquinaria de Argentina, hoy pesan en el campo al no haber suficientes tractores para la siembra y la cosecha.
La empresa Pedro Camejo, del Ministerio de Agricultura, ha presentado fallas en sus programas de mecanización y servicio a fincas del propio gobierno y asistencia a los pequeños y medianos productores, por falta de equipos y repuestos, de acuerdo con la memoria y cuenta del despacho agrícola.
El ministro de Agricultura, Yván Gil, declaró hace unas semanas que Fedeagro no reconoce que el gobierno ha introducido al país 2.000 tractores cada año. La memoria y cuenta señala que en 2012 la empresa Pedro Camejo, pese a los problemas de repuestos, prestó servicio de mecanización a 228.100 hectáreas (141% más que en 2011), transportó 56.617.236 kilos de cereales y ayudó a la construcción de infraestructura agrícola. Además, realizó servicio técnico autorizado y mantenimiento a 1.580 maquinarias.
En el caso de las empresas mixtas Pauny Venezuela y Don Roque se indica que en 2012 ensamblaron 148 maquinarias, de las cuales 112 fueron tractores y 36 cosechadoras combinadas de granos.
Pedro Camejo concretó el año pasado la importación de 2.621 equipos y maquinarias, 56% del contrato acordado en el Plan Bienal de Producción 2011 y 2012.

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